miércoles, 11 de noviembre de 2009

Capitulo10 Noche Eterna

Vulturis

Estaba completamente consiente de que mi petición sería vista como una locura, sobre todo por ser hijo de mi padre.Pero no estaba dispuesto a obtener un “No” por respuesta.Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para obtener lo que necesitaba.Mi padre me había hablado muchas veces sobre ellos. Sería muy fácil lograr encender su ira.El vuelo transcurrió lentamente, me concentré en tratar de controlar el dolor que destrozaba mi cuerpo.Quería gritar con todas mis fuerzas, maldecir la vida, el destino a Dios si es que existía. Estaba seguro de no poder superar nunca el gran dolor que del cual era víctima, quizás solo la muerte mitigaría el dolor que se había encapsulado en mi pecho.Llegamos a nuestro destino sin inconvenientes ni demoras. No reparé demasiado en el automovil que “tome prestado”. En estos momentos no estaba para remordimientos de ningún tipo y sin tomar precauciones me lance por la carretera camino hacia Volterra.Solo disminuí un momento mi velocidad cuando divise la ciudad en lo alto de la colina, debían ser unos 550 metros de altura mas o menos si mis cálculos no me fallavan.Rápidamente subí por la Viale dil Ponti, bordeando la muralla medieval. Seguí hasta el parquink subterráneo casi repleto, que se encontraba bajo la Piazza Martiri della Libertá, ingresando a la ciudad por el Arco Etrusco.Turistas de todas partes se unirían mañana a los mas de 11.300 habitantes de la ciudad, para celebrar el día de San Marcos. Tendría muchos espectadores si las cosas no salían como yo esperaba.Esta era otra ironía del destino, pero no podía ser mejor para mis propósitos.Camine lentamente por la gran plaza que se abre apenas se traspasa el arco. Eran eficientes en su trabajo y ya habían notado mi presencia.Doble a la derecha en un callejón y por fin me interceptaron.—Buenas noches Me dijo unos de ellos— Eran dos y lo único extraño o fuera de lugar en su apariencia, era el color de sus ojos, pero estoy seguro que ningún humano se acercaba lo suficiente para notarlo y seguir con vida. Vestían pulcra y modernamente, era fácil confundirlos con turistas comunes y corrientes.—Buenas noches a ustedes también caballeros——¿Que le trae a nuestra ciudad? ——Traigo una petición a los antiguos señores—— ¿Y por que cree que lo recibirán?——Mi nombre es Edward Cullen y lo harán señores, se los prometo——¿Cullen? Mmm… Pues eso lo veremos, seguidme—No tardamos demasiado en llegar a otra plaza que por la concurrencia y la gran activad que en ella se realizaba supuse que debía ser la Piaza dei Priori, centro neurálgico de Volterra.No nos detuvimos en nuestra marcha y nos deslizamos por una estrecha calle sin salida, al sur de la plaza.—Debe disculparnos— Dijo el vampiro sin mirarme. — Se supone que ya no es hora de visitas. El acceso al palacio ya esta cerrado—.Ingresamos por una puerta que se encontraba escondida al final del callejón.Era de concreto solido y solo la fuerza de un vampiro podría moverla.Nos encontramos entonces en una pequeña habitación sin puertas ni ventanas.Si un humano hubiera entrado en aquel lugar no habría podido ver nada ya que ni un solo rayo de luz ingresaba en aquel lugar.Dos grandes y gruesas cadenas estaban adheridas al suelo donde aparentemente había una puerta.Con una mano el vampiro tiró de ambas. Lentamente se fue abriendo hacia atrás la pesada piedra. Podía ver que le costaba hacer aquello con una sola mano, pero solo lo hacia para demostrarme lo fuerte que era.—Seguid por favor— Me dijo cuando tuvo la piedra verticalmente sobre la entrada.Descendimos unos tres metros. Ante mis ojos había un corredor en declive, de unos 10 metros de longitud.Al llegar a final, el corredor se abría a derecha e izquierda y a su vez se unían a ellos otros túneles.Seguramente era una elaborada red diseñadas para que los vulturis se movieran libremente de día o de noche sin ser molestados por ojos curiosos. Después de recorrer la intrincada red de túneles llegamos a un elevador que nos llevo cuatro pisos arriba, para luego salir a otro corredor solo que ahora era mas humanamente cómodo.Sin embargo carecía completamente de ventanas, mas bien parecía un mausoleo.No tardamos demasiado en llegar al corredor donde al fin pude ver, sentados en alguna clase de tronos, a Aro, Cayo y Marco.Eran tal y como los había visto en la mente de mi padre.Solo parecían mas… transparentes.Tan antiguos, tan delicados y la vez tan fuertes.—¿Qué nos has traído esta vez, Demetri? ¿Algún curioso tal vez? ——Me temo que no esta vez mi querido Alec, no esta vez—. Dijo el interpelado.—Mmm pues eso esta muy mal, creo que no nos quedará mas que esperar hasta mañana para divertirnos—.Para entonces ya habíamos despertado la curiosidad de todo aquel que se encontraba en el lugar.Aro fue el primero en hablar.—Demetri, bienvenido. ¿Quién te acompaña esta noche? — Le dijo Aro lleno de curiosidad.—Mi señor.Se ha presentado en la ciudad y a pedido hablar con vosotros—.—Y supongo que tienes una muy buena razón para haberle traído a nuestra presencia. ¿No es así? ——Mi señor, te pido disculpas, no ha sido mi intención el haberlos importunado, es solo que ha dicho que es Edward Cullen——¿Sera posible?...Acercate Demetri querido, dejame ver todo—Estiro su mano hacia delante y Demetri se acerco rápidamente para tomarla.Mi padre me había hablado de los poderes que ellos tenian, y de cómo se habían transformado en lo que hoy son.Nadie sabe con seguridad cuantos años realmente tienen, pero se presume que su nacimiento humano fue el 1000 antes de cristo aproximadamente.Pude comprobar la capacidad de su poder. Al tocar Aro la mano de Demetri vi en su mente todo lo que había sucedido desde que fui conducido a los túneles.Despues de pensar un momento en ello agregó:—¡Edward! Por favor acercate—. Dijo mirándome ahora. —A si que lo ha logrado, después de todos estos años ha logrado encontrar a otro que comparta su visión. Había tenido noticias sobre mi querido Carlisle, pero esto es diferente, esto es otra cosa. El poder comprobar por mi mismo que es verdad, no tiene precio—.—Marco, Cayo. Mirad quien nos hace una visita, mirad—.Era extraño el verme reflejado tras de todos aquellos ojos rojos, formando una imagen de mi mismo de 360 grados en mi mente.—Formidable—. Agrego Cayo mirándome fijamente. —Veo que compartes el mismo color de ojos de tu padre.Efectivamente nos habían llegado relatos sobre un clan de ojos color ámbar y estábamos seguros que se trataba de nuestro testarudo Carlisle, pero como dice Aro, el presenciarlo con nuestros ojos es simplemente delicioso—.—Cuentanos como esta nuestro querido amigo—. Dijo esta vez Marco.De los tres, este era el que mas llamó mi atención, una extraña nube giraba detrás de sus pensamientos.Recordé algunos fragmentos, que rara vez veía en los pensamientos de mi padre.Marco junto a una mujer, siglos y siglos atras. La muerte de ella y el gran dolor que carga, supongo que hasta estos días.Traté de leer su mente, pero aquella extraña nube no me dejaba ver nada mas que una extraña sensacion de tranquilidad.Me concentré nuevamente en el presente y en lo que me movía a estar en este horrible lugar.—Mi padre esta muy bien y….——Pero mi querido amigo—. Dijo Aro acercándose hasta mi. Un séquito de vampiro se movió tras el.—¡Mi señor! — Dijo una hembra mientras se plantaba delante de el .—Esta bien querida, todo esta bien—. Le tranquilizo Aro levantando su mano. — Edward, si me permites, quisiera verlo por mi mismo. ¿Puedo? —. Pregunto acercando su mano.—Adelante—. Dije entre dientes aquello no me hacia mucha gracia ya que si mi padre tenia razón, no solo lo vería a el, si no que todo recuerdo que guardo en mi memoria.Avanzó un paso más, hasta tocar mi hombro.Uno tras otro los recuerdos fueron filtrándose en su mente y haciendo eco en la mía.Mis primeros años junto a mi padre y Esme. Mis años rebeldes, nuestra separación de ellos y mi vuelta a la familia.Mis hermanos.Alice, Jasper y sus asombrosas habilidades.Rosalie, Emmett. Todos los grandes recuerdos que han marcado mi existencia. Los bosques de Forks.Mis piezas de música, mis solitarias carreras y mis noches sin fin.Uno tras otro fue robando los recuerdos de mi vida.Hasta que inevitablemente llegamos hasta el día en que ella se estrello contra mi vida.Sus ojos, su sonrisa. Mi incapacidad para leer sus pensamientos.El incidente en biología, el aroma del primer día, mis deseos de matarla. Mi deseo por su sangre, su aroma en mi nariz y mi boca… sus besos, mi mano recorriendo sus cabellos. Mis noches de fantasma infiltrado en su dormitorio, la sensacion de mi cuerpo cuando estoy junto a ella.Nuestros días, nuestro amor. James, la cacería de Victoria, la angustia al correr al estudio de ballet. La felicidad al encontrarla y la desesperacion, el placer y el miedo al succionar el veneno de su brazo.Con cada visión mi cuerpo se iba arqueando un poco, golpeado por el dolor de sentir la replica de mis recuerdos.—Por… favor—. Logre decir en voz baja.—Solo un momento mi amigo, solo un momento mas, esto es sumamente… interesante—. Dijo Aro.No soltó mi hombro y mis recuerdos siguieron filtrándose a su mente.Mi creciente deseo por ella, mi amor sin fin.Hasta llegar al maldito día de su cumpleaños y el incidente con Jasper. Nuestra separación y el terrible e interminable dolor que sentido todos estos meses al correr como un tonto tras Victoria.El ritmo fue disminuyendo a medida que llegábamos hasta el día de ayer, pasando con mas lentitud los minutos en el momento en que comprobe que Bella estaba efectivamente muerta.Mi decisión de terminar con mi existencia y mi resolucion de hacerlo a como de lugar.Aro soltó mi hombro en medio de un jadeo. La hembra que permanencia muy cerca a el lo tomo rápidamente por los hombros lanzándome una fiera mirada.—Estoy bien querida, estoy bien. No te preocupes es solo…. es solo que jamas había podido ver y sentir tanta intensidad. Es increíble mi querido Edward. Por favor perdoname, fui tras el recuerdo de tu padre y terminé por robarme todo tus recuerdos—.Se alejo de mi para tomar nuevamente asiento, mientras pensaba en todo aquello que acababa de ver.—A si que tu hermana Alice “vio” a tu humana saltar hacia su muerte ——Bella, se llamaba Bella—.Pero yo podía llamarla amor, vida. Sueños, esperanzas. Mi única cordura. Todo eso era, todo aquello cabía tras su nombre.Pero ya no me queda nada.—Así es. La vio saltar y no salir a la superficie—.—¿Y no existe alguna posibilidad de ella se hubiera equivocado en aquella visión?——No estaría hoy aquí si ella lo hubiera hecho——Interesante…. y dime… Tu don… ¿Como funciona?——Sinceramente no lo se, es algo que solo pasa, es algo que he traído conmigo desde mi humanidad——¿Y funciona con toda gente? ¿Con todos los que nos encontramos aquí presentes? ——A si es——Pero con ella no funcionaba——No, nunca sabia lo que pensaba—. Logre decir en un hilo de voz.“¿Y con migo también funciona?” Me dijo en su mente Cayo, sacando la imagen de Bella de mi mente por un minuto.—Si, también funciona. —Aro, siguió la dirección de mis ojos hasta ver la cara de asombro de Cayo.—¡Formidable, formidable! — Dijo este dando grandes y alegres aplausos.Los vampiros reían de felicidad al ver que Aro que divertía enormemente a mis costillas.¿Cuanto mas debería soportar esta humillacion? Decidí que ya era hora de retomar lo que me había llevado ahí de una vez por todas.—Me alegra que lo hayáis visto, es por esta razón que hoy me presento ante ustedes.Solicito su ayuda para terminar con existencia—.Los demás miraban a Aro, un tanto impacientes por saber lo que realmente sucedía.—Mis queridos— hablo entonces. —Efectivamente este hermoso joven que hoy se nos presenta es Edward Cullen y nuestro querido Carlisle no solo goza de buena salud, sino que tal como nos había informado, ha encontrado a otros que comparten su visión de esta existencia.Edward ha recurrido ha nosotros, pero sin el conocimiento y la autorización de su padre, a solicitarnos que terminemos con su existencia—.
El salón fue envuelto por un murmullo de voces. Nadie daba crédito a lo que estaban escuchando.—Silencio, silencio amados mios. Tal como lo habéis escuchado. Pero aquel no esta harto de la vida, ni se ha vuelto loco tampoco, No. El esta plenamente consiente de lo que esta haciendo. El ha perdido algo que amaba demasiado. Que amaba mas que a su propia vida. Este chico que ven aquí se ha enamorado de una humana—.El murmullo se hizo ahora mucho mas fuerte en la sala, algunos reían y otros daban grandes aplausos, como si estuvieran viendo el mejor de los espectáculos circenses.—Si, así es. Tal como lo habéis escuchado. Pero por favor, silencio, silencio. Aquello no es motivo de risas. Ya hemos tenido antes casos como el suyo, no es motivo para escandalizarnos.Ese es el verdadero motivo que lo ha traído hoy a nosotros. Desafortunadamente la joven en cuestión a fallecido y al parecer de manera desafortunada.—A si es, eso es lo que me ha traído hoy ante ustedes esperando que terminéis con mi sufrimiento—.—Esta es una decisión muy difícil de tomar, no podemos llegar y decidir. Te pedimos por favor que nos dejes unos momentos mi querido Edward—.—Por favor, debéis escucharme, se los suplico. Estoy decidido a hacer lo que sea necesario— Les dije fieramente apretando mis puños hacia ellos.En ese momento la sala entera quedo en silencio, las miradas pasaban de mi cara a la de Aro que me miraba ahora sin apartar los ojos.Transcurrió un largo minuto en que nadie hizo ruido alguno, hasta que Aro dejo escapar una enorme risotada.—Veo que tienes la misma determinación que tu padre. ¡Demetri, Felix!. — Les llamó. Enseguida acudieron a su lado y se instalaron a su derecha e izquierda.—Maestro, ¿En que podemos servirle?—. Dijeron a dúo.—Acompañenlo, y no le hagáis daño… Aquello aun esta por verse—. Ellos se dieron vuelta e intercambiaron complices miradasAhora era yo el que les miraba desafiantemente.Quince minutos.Espere quince minutos por su respuesta y solo me tomo un segundo ver cual había sido su decisión.Como al parecer era costumbre entre ellos, fue Aro el que entrego su veredicto.—Piensa mejor lo que te propones, le causarías una gran pena a tu padre.No queremos hacernos cargo de ese dolor, no podríamos soportar la eternidad sabiendo que le hemos herido de esta manera.Sin embargo podemos ver que eres un joven talentoso en muchos aspectos, tal vez quieras ser parte de nuestra familia, soportarías la eternidad en nuestra compañía.Claro que no te forzaríamos a hacer nada que no quisieras.Veras, tu padre también vivió junto a nosotros, seguramente el te ha hablado de ello.Nosotros nunca lo forzamos a aceptar nuestra forma de vida...Podría ser lo mismo para ti. Unete a nosotros, estarías entre nuestros preferidos, tal vez estarías primero que todos ellos—.La codiciosa mente de Aro giraba en torno a mi habilidad por “ver” los pensamientos de los demás.Envidiosamente comparaba su poder con el mio, aquello era algo que quería para si mismo.El tener que estar en contacto era un fastidio para el, sin embargo mi habilidad le resultaba mucho mas…. practica.—Que te parece nuestro ofrecimiento—.—Es todo lo que podemos hacer por ti—. Dijo ahora Cayo.— No es lo que esperaba. Estoy determinado a terminar con mi existencia. Con o sin su ayuda—. Les dije desafiantemente.—La única forma en que terminariamos contigo seria por obligación— Prosiguió Cayo.—¿ Todo esto por una simple humana? Desprecias toda la eternidad, desprecias lo que te ofrecemos, solo por una humana? — Dijo muy ofendido Aro. No comprendía como podía despreciar lo que el consideraba un honor.—Pues morir es mucho mejor que pasar la eternidad junto a seres tan despreciables como todos vosotros—. Gire mi cuerpo apuntando a todos los presentes en la sala.Felix dio un paso hacia el frente, mientras Jane y Alec miraban a Aro a la espera de alguna señal.La mente de Aro dudó un momento como reaccionar por mi falta de respeto. Pero su codicia era mas grande que su orgullo.—No es necesario que te disjustes tanto Edward, como veras no somos los terribles seres que tu crees que somos—. Dijo ahora, utilizando un tono conciliador. —Estaríamos muy sentidos si tu padre te hubiera dado esa idea de nosotros—.Lamente terriblemente mis palabras, no quería arrastrar a mi padre y a mi familia.—No es mi padre el que me ha dicho algo sobre vosotros, lo veo, lo leo en sus mentes.No quieren terminar con migo solo por que desean que me una a su aquelarre.Pero eso no sucederá, tendrá que matarme de todas formas. No tengo pensado abandonar la ciudad y contra eso no pueden hacer nada.Me expondré ante los ojos humanos si es necesario y con ello los descubriré también a ustedes. Estoy hablando enserio. Matenme, terminen con migo ahora, es vuestra única salida. Matenme o atenganse a las consecuencias—.—No es muestra intención el hacerte daño, mi querido niño. Ponte en nuestro lugar—. Agrego Aro pasando por alto mis palabras desafiantes.—Claro que si hicieras cualquier cosa que atentará contra nuestras reglas no dudaríamos en aplicar nuestras leyes en tu contra—. Dijo impacientemente Cayo.—Eso es lo que espero—. Le dije apretando mis puños. —Con ello cuento—.
—0—
Camine sin rumbo por la ciudad, consiente que me espiaban en todo momento.No me habían obligado a dejarla, posiblemente por que no querían que causara daños en otro lugar. Era mas fácil terminar con migo aquí y ahora.A cada paso surgía una nueva idea. Era tan fácil el provocar mi muerte.Delante de mi surgió un grupo de turistas mexicanos, eran 3 hombres y mujer. Ellas tenia el cabello largo y negro como el azabache. Vestía unos vaqueros y un blusa sin mangas. Dejando al descubierto su largo cuello y su piel levemente morena.Pensé en un momento en atacar a aquel grupo, mataría a los hombres y me alimentaría de la chica.Uno por uno lentamente les rompería el cuello mientras ella, seguramente lanzaría gritos de horror. Seguramente con ello lograría captar la atención de todo el mundo en el lugar.Después le romperia el cuello y le estrujaría hasta la ultima gota de sangre, si es que los vulturis no me detenían primero…Sacudí mi cabeza mientras el grupo pasaba a mi lado, soltando alegres risas. Por un momento mis ojos y los de la chica se encontraron, solo por un momento. Intimidada busco la mano de su compañero, pero dejo pasar mi presencia y no fui mas que un hombre demasiado pálido en sus pensamientos.Después de todos estos siglos no podía terminar mi existencia de esta manera. No podía con mi ultimo acto desilucionar de tal forma a mi padre. Era lo único que podía hacer por el.Morir dignamente, morir como un Cullen.Decidí el seguir mi primer plan ya estaba comenzando a amanecer y dentro de pocas horas el lugar estaría repleto de gente.Me agazape en las penumbras de un callejón colindante a la Piaza dei Priori.Solo debía aguantar un par de horas y todo habría terminado.Dicen los humanos que cuando se esta delante de la muerte la vida pasa ante los ojos.¿Cómo sería para un vampiro?Seguramente unos cuantos minutos no serán suficientes para completar mi vida ni siquiera para los minutos mas importantes. Es imposible el revivir todo un año en un minuto.Estaba agradecido de mi padre por darme aquella segunda oportunidad de vida.Aprendí muchas cosas en esta nueva existencia.Aprendí sobre el cariño y la confianza.Esme se convirtió en una verdadera madre para mi. Se que ella también me considera su hijo.Quisiera poder ahorrarle el tremendo sufrimiento por el cual seguramente esta pasando, si hubiera otra salida la tomaría.Pero lamentablemente no la había.Alice, Emmett, Jasper y Rosalie. Carlisle y Esme…. mi familia… Adiós a todos, tratad de seguir adelante. Estoy mas que seguro que la vida será mas fácil sin mi.La existencia esta diseñada en parejas. Solo así se logra el equilibrio. Yo siempre seré el que marque la balanza. No quiero una existencia en soledad. No ahora, no después de ella.Bella… ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no cumpliste tu promesa? Yo habría vuelto. Mi corazón te pertenecía. No podría vivir por mas tiempo sin el, sin ti…Me despoje de mi camisa, comprendí lo que debía hacer.Sería como aquella vez en el prado, cuando le dije que la amaba por primera vez.Tal vez pueda vivir eternamente en aquel momento.¿Me esperará ella ahí?.Recordé aquel día como si fuera ayer…Bella caminaba bajo los rayos del sol.Su cabellos brillaban con hermosos reflejos rojos.Recuerdo como se asusto un momento cuando pensó que estaba sola… mi Bella.Recuerdo como vencí mis miedos mientras abría uno por uno los botones de mi camisa, cerrando los ojos para exponerme completamente bajo los rayos del sol.No podía imaginar una mejor forma de morir que aquella.El tiempo avanzo inclemente mientras me refugiaba en mis recuerdos y el primer tañido de campana me anunció que ya era hora.Este ya no era lugar para mi. No viviría un día mas en un mundo donde ella no estuviera.Su fin, el fin de mi existencia. Unidos como uno solo, unidos como el día y la noche, como la arena y el mar. Como el cielo y aire.Camine lentamente por el oscuro callejón, acercándome a cada paso, con cada campanada hacia mi fin con los ojos cerrados.
Aquí ya nada quedaba para mi. Junto a ella se desvanecía la vida, los sueños y esperanzas.No estaba dispuesto a vivir entre sombras como si mi vida fuera una noche eterna.Sin ella no me quedaba nada. A unos metros el gentío lanzaba gritos de alegría mientras mi corazón lloraba lo que mis ojos no podían.Apreté mis puños, pronto el sol tocaría mi torso desnudo y todo terminaría.Sol, voy hacia ti.…Sol… hazme tuyo…Di el ultimo paso hacia mi muerte, esperando que todo terminara pronto. Esperando que mi padre tuviera razón y ella esperara por mi.

Capitulo 9 Noche Eterna

Invierno

Trate de pretender que nunca existió, que solo fue una ilusión, una broma macabra de mi mente cansada de esta larga y solitaria existencia.Pero no podía. Todo me decía que era cierto, no solo mi memoria. Mi cuerpo, mis sentidos, todo mi ser decía que era cierto, que ella existía.Cerraba los ojos y era tan fácil verla, tan clara, tan nítida.Todos los días luchaba contra los síntomas de la abstinencia de mi droga favorita. La necesitaba, simplemente la necesitaba.Calmar mi sed era solo un mero tramite, la caza semanal no sabia a nada y los días eran un calvario de 24 horas.2 meses habían transcurrido desde que llegue a Brasil. 2 meses en que no he encontrado rastro alguno.Sin rumbo he viajado como un estúpido, tratando de encontrar algo que me lleve hacia ella. Pero es inútil, Simplemente no logro encontrar nada.No entendía como había llegado hasta aquella localidad. ¿ Como había perdido el rumbo?No tenia sentido permanecer ahí, mi propósito se había perdido.Tal vez y solo tal vez puede volver a casa. Tal vez pueda retomar el rastro desde ahí y asegurarme de que todo esta bien.Eso me estaría permitido. No estaría interfiriendo.Y cuando este ahí, tal vez y solo tal vez pueda ver…. Solo de lejos, claro… no interferiría con su vida… claro que no lo haría… Podría ver a…a Bella…6 meses habían pasado desde que me separé de ella. ¡Rayos! ¿Tan solo, 6 meses? Pero estaba en lo cierto solo 6 meses, sin embargo ha sido como una eternidad.Todos los días un verdadero suplicio sin fin, un infierno. El cielo era estar junto a ella, Bella era mi cielo.Maldición… Ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que dije su nombre en voz alta.Bella, Bella, Bella… Su nombre quemaba mi boca, mi lengua mi garganta y su recuerdo mi memoria y mi corazón.¿Qué pasaría si volviera? No, eso es una locura, seguro que ella ya me ha olvidado, seguro que ya me ha superado.¿Habrá tenido Mike Newton su tan anhelada oportunidad?Ya lo creo, seguramente ella ha encontrado consuelo en sus brazos, en sus besos.La sola imagen de ella en sus brazos… Era, era como sentir un alfiler en mi cabeza. Si así fuera no podría evitar destrozar al blandengue de Newton o a cualquier otro que osara tocarla o estar junto a ella.Pero ha sido lo mejor para ella. ¿Por qué no puedo ser yo lo mejor para ella?Ahora deben ser de otro sus días, sus sueños, sus besos y sobre todo, su futuro.La mente humana olvida rápidamente, facilmente.Seguramente ya ha encontrado consuelo, pero eso solo lo hace mas difícil para mi.¿Y que pasaría si volviera? ¿Me recibiría? ¿Pero que le diría? ¿Me perdonaría?Tendría que volver de rodillas, le suplicaría. No sentiría vergüenza al hacerlo, yo no soy nada sin ella.¿Y luego que? ¿Qué haría cuando el tiempo pasara inevitablemente? Un día tendría que separarme de ella. El tiempo terminaria venciendo y separándonos eternamente. Cuando eso sucediera ya no podría hacer nada, la vida y el tiempo habrían ganado y yo la perdería por siempre.El tiempo siempre nos vencería.Aunque hoy estamos lejos.Aunque nuestros cuerpos estén separados por kilómetros y kilómetros de distancia, siento un poco de consuelo, al saber que ella vive lo que debería ser una vida normal.No es algo que haga mas soportable mi dolor, pero se que es lo mejor para ella.Pero todo será infinitamente peor al pasar los años.El saber que descubrirá tantas cosas sin mi, sin estar a su lado sosteniendo su mano.Sus días de universidad, su primer trabajo, su primer ascenso, su primer auto decente.Tantas cosas, tanto que vivir.Tal vez yo pueda estar ahí, tal vez podría compartir su vida con ella.Tendríamos que marcharnos, empezar juntos una nueva vida.Solo Bella y yo, juntos como una pareja. Juntos como hombre y mujer. Maldición….. estúpido, estúpido… pero si yo no soy un hombre, nunca podré estar con ella como tal. Nunca podré estrecharla fuertemente entre mis brazos, ni hacerla mía como deseaba hacerlo.¿Cuánto tiempo podría soportar?Pero la amaba mas allá de todo, mas allá de las desiluciones, de los impulsos, mas allá del deseo o de la necesidad. Solo estar junto a ella me bastaría, solo sostener su mano y recorrer su camino junto a ella hasta que su muerte natural nos separara.Después me uniría a ella en la muerte, trataría de alcanzarla si es que después de esta vida había algo mas, como decía mi padre.Pero que tonterías pensaba, me hacia falsas ilusiones.¿Acaso no me a dejado marchar tan facilmente, no ha bastado una sola palabra para romper nuestro lazo?Han transcurrido 6 meses desde que me separé de Bella, sin embargo su presencia permanece junto a mi, día y noche.Las horas eran una interminable sucesión de imágenes y recuerdos en mi mente.Había llegado a Tangará da Serra donde alquile un modesto dormitorio en una pequeña posada. Turistas de todo el mundo visitaban la localidad, era fácil pasar por europeo, algunos eran tan pálidos como yo.Como siempre, mi andar era regido por el clima, pero me sentía mas tranquilo al desplazarme por las noches.El vivir de esta manera ya comenzaba a desequilibrar mi cabeza. Eran demasiadas las horas que debía permanecer inactivo, donde solo mi cerebro trabajaba y soñaba…Me encontraba agazapado en una esquina del dormitorio, siendo atacado, una vez mas por el frío que recorre inclementemente mi cuerpo de arriba hacia abajo una y otra vez sin tregua ni piedad.Abrazaba mis piernas contra mi pecho, en un intento inútil de escapar a aquella terrible sensacion… Como si eso fuera posible…La luz del sol lograba filtrarse por la ventana que permanecia siempre cerrada, ya pronto caería la noche, aunque estaba seguro que en esta oportunidad, como en las anteriores, no encontraría nada.Sin embargo seguí rastreando el lugar, callejones, zócalos, bosques a la redonda… pero nada, como siempre no encontraba nada.Seguí avanzando hasta llegar a Mato Grosso. Un ambiente festivo envolvía la ciudad.—Disculpeme, ¿Que están celebrando? — Le pregunte a una mujer que pasaba en ese momento junto a mi, cuya piel era tan oscura como el chocolate.—Son las celebraciones de Semana Santa—. Dijo mientras me miraba de pies a cabeza.De pronto sentí el contacto de una pequeña y calida mano tocando la mia. Di un paso hacia atrás, sorprendido por aquel inesperado y repentino contacto. Demasiado tiempo habia pasado sin sentir el roce de un ser humano.—¡Isabella!, ¡Ya te he dicho que no te acerques a los extraños!.Disculpeme señor es muy pequeña y traviesa. Supongo que esta impresionada por tu color—.—No, no es nada, solo me ha asustado un poco—. Le dije sin apartar la vista de la pequeña niña que inimaginablemente tenía el mismo nombre que llevo siempre en mi cabeza.Como era de esperar, la mujer se alejó dando grandes risotadas, mientras unos pequeños ojos negros me miraban mientras su madre tiraba fuertemente de su brazo.La gente no paraba de bailar y reír a mi alrededor como si de ello dependieran sus vidas.Por todos lados se podía ver y oír la gente rezando, algunos caminando de rodillas, otros llorando desesperadamente.Mi móvil vibro en mi bolsillo, la pequeña pantalla marchaba el numero de Rosalie.Aquello era muy extraño ya que no me había llamado en todos estos meses.No era muy seguido que me comunicaba con ellos y solo Esme o Emmett solían llamarme.Por primera vez en todo este tiempo me preocupé por mi familia, algo debía estar muy mal para que ella me llamara, de aquello no había duda alguna.Me alejé de la multitud, podía escuchar perfectamente pero aquellas muestras de fanatismos religioso me molestaban un poco.—¿Que sucede Rosalie, todo esta bien? ——Tan bien como se puede supongo—.—Bueno entonces que sucede. ¿Por que me estas llamando?.—¿Es que no puedo llamar a mi hermano? —.—Pues claro que puedes, pero estoy consiente que no quieres, así es que dime que va mal.¿Le sucedió algo a Emmett? — Aquello era casi imposible pero debía preguntar.—No, ya te dije que todo y todos están bien …. bueno no todos—.—¿A que te refieres? Por favor dejate de estupideces y dime de una buena vez que es lo que sucede.¿Donde esta mamá y Carlisle?.—Se marcharon hace un par de días, están de cacería, pero ellos están bien—.—¿Qué? Maldita sea Rosalie. ¿Qué? —.—Esta bien, de todas formas te he llamado para decirtelo. ¿Cierto?. Bueno… resulta que… —Le lance un gruñido amenazante, no me sentía con ganas para juegos estúpidos.—Mira, yo se que nos hiciste prometer que no interferiríamos en la vida de Bella…Que extraño era escuchar su nombre desde la voz de Rosalie. —¿Siii?. —…Y bien todos hemos cumplido, te lo juro Edward nadie se ha acercado… Pero aquí estábamos, en casa de Tanya disfrutando los días de Pacuas y creo que Alice no ha podido evitar espiar en su futuro—.—¿Que me estas diciendo? ¿Le pasará algo a Bella? —— Alice vio a Bella saltando de un acantilado…—Aquello debía ser un error, no era posible, simplemente no era posible. Ella lo había prometido, no haría nada estúpido, lo había prometido.—¿Un acantilado…? ¿Cuándo? ¿Donde…? Espera un momento… ¿Que me estas diciendo?¿Donde esta Alice? —Alice tendría la respuesta, además sus visiones no eran ciertas, el destino no estaba escrito en piedra. Ella se ha equivocado antes.—Pues ella viajó hace un par de días a Fork. Ya sabes que le tenía gran cariño a Bella y a su padre. Ella quiere estar presente para ayudarlo en lo que mas pueda—¿Que… que…que le tenía? Pero si Alice le tiene cariño a Bella.—¿Pero, que me estas diciendo? ¿No hay nada que ella pueda hacer para evitarlo? —Siempre había una salida, un llamado a su padre, algo cualquier cosa. Siempre se puede hacer algo.—Lo siento Edward, creo que ya es muy tarde. Bella… ella esta muerta. —Bella muerta…. las palabras hicieron eco en mi cerebro repitiéndose sin piedad de mi mente, hasta que estalle en gritos.—¡No, no!. ¡No, tu estas equivocada!, eso no es posible. ¡Eres una mentirosa Rosalie!. ¿¡Por que me haces esto!? —Emmett esta muy molesto conmigo, no quería que te llamara, el pensó que debía esperar un par de días mas, pero que sentido tiene si ella ya esta muerta.¡No!. ¡Callate¡ Tu no sabes nada, eres una mentirosa y te lo voy a demostrar!.De un golpe cerré el móvil, aquello era una mentira, una gran y maldita mentira. ¿Pero como es posible que me haga esto?Solo había una manera de saber que es lo que verdaderamente estaba sucediendo.Marque el numero de los Swan, con la estúpida esperanza que fuera ella quien contestara, seguramente a esta hora el se encontraría en la oficina.—Casa de los Swan— Dijo una voz ronca de hombre.¿Pero quien podría ser?.—Si... Bueno soy el Doctor Carlisle Cullen. Quisiera hablar con Charlie Swan por favor—.Verdaderamente no pensé en suplantar a mi padre, pero tal vez, después de todo no quisieran darme información si sabían que era yo el que llamaba, después de todo yo la había abandonado, sola en mitad del bosque.—No esta en casa— Contesto el hombre en un tomo amenazador.—Por favor digame a que hora puedo hablar con el o donde se encuentra——Esta en el funeral—En el funeral… Fue todo lo que pude escuchar, corte la llamada ya no había duda alguna, era verdad, todo era verdad. Rosalie no mentía, Bella, mi Bella estaba muerta. Ya nunca mas sus ojos brillarían para mi, su cálido cuerpo era ahora solo un recipiente frío y vacío, su esencia, todo su ser se había ido para siempre.Y ahora ella estaba muerta, impulsada seguramente por mi abandono, por mi estúpido intento de mantenerla a salvo. Yo la había matado. Nunca mas podría verla, sentirla y escuchar su risa cristalina.Ya nunca mas me vería reflejado en sus ojos, nunca mas tendría la esperanza de un futuro.Sus sueños… mis sueños de compartir su existencia junto a ella.Camine entre la gente que no paraba de cantar y rezar a mi alrededor. Resaban a su dios, aquel que cuida su almas y rige sus vidas.¿Cuidaría El del alma de mi amada Bella?.Y entonces fui completamente consiente por primera vez en mis casi cien años de vida lo que la soledad realmente significaba.Sin Bella no viviría, sin ella no quería ya vivir.

Capitulo 8 Noche Eterna

Dallas

—Rosalie quiere viajar pronto—.—Pues buen viaje— Le contesté escuetamente, no tenía muchas ganas de hablar con nadie aquel día.—Y yo me preguntaba si no necesitas una mano después de todo—.—Bueno Emmett, gracias por la propuesta pero no creo que sea una buena idea—.—Si, claro. El dolor y todo eso. Ya me temía que dirías algo así—.—Pues si no quieres ir, solo dile. Tu eres un hombre grande. Creo que podrás con ella—.—Que, estas loco. No creo que a Esmme le cause mucha gracias derrumbar su casa. Ahora menos que nunca, con esto de su nuevo trabajo y todo eso—.—En eso tienes razón. Creo, que no tendrás mas remedio—.—¿Estas seguro que no necesitas un par extra de brazos para desmembrar a esa loca vampira?—.—Si. Estoy seguro. Ahora dile a Carlisle que estoy bien y que espero que todo resulte con eso de las clases—.—Ok. Se lo diré. Aunque creo que le gustaría mas que lo llamaras personalmente—.—Prefiero que no. Hoy no tengo ganas que me recuerden lo valiente que soy.—Seguramente eso diría “De todos mis hijos tu eres el mejor”Podía imitar su voz casi a la perfección. “Sin lugar a dudas el mejor, el mas capaz, el mas valiente. Ese es mi hijo Edward”Tonterías, estupideces. Para un padre es muy difícil ver en realidad a un hijo. Es siempre cegado por el amor.Cegado…. como yo también lo había estado al creer que podría permanecer junto a mi Bella.Me encontraba en un modesto motel al norte de Dallas.Extrañaba los eternos y húmedos días en Forks.Seguramente los bosques estarían pintados de diferentes tonalidades de café y gris, junto al verde inclemente del musgo que crece por doquier, siendo sin embargo, el lugar mas cálido del planeta para mi viejo y cansado corazón.El maldito sol se movió muy lentamente hacia el horizonte, tomando una eternidad en descender hasta que por fin se oculto completamente.Recorrí la cuidad en busca de algún indicioEn mi búsqueda encontré algunos rastros procedentes de otros vampiros. Sin embargo no tenia tiempo de interactuar con extraños vampiros que usan botas vaqueras y disfrutan de la noche cazando humanos ebrios.No fue hasta pasada la media noche cuando logre dar con el rastro correcto.Estaba completamente seguro que ella no sería ningún digno adversario, claro que aquello solo lo podría comprobar cuando lograda alcanzarla. Sin embargo no debía bajar la guardia y mucho menos dar por sentado nada.Ya nos había advertido el traicionero de Laurent que ella era mas astuta de lo que parecía. Pero no lo seria como para vencerme.Las calles ya no estaban atiborradas de gente y me pude mover mas rápidamente. Un extraño temblor recorrió mi cuerpo mientras el viento golpeaba mi rostro.¿Es que el frío no pasaría nunca? Apreté mis puños y me moví mas rápidamente, aquello era mi penitencia y la pagaria gustosamente si con esto Bella estaba a salvo.El solo pensar su nombre me causo un inaguantable dolor corporal. Paré en seco mi loca carrera, con la mano en mi pecho como si efectivamente me costara el respirar.¿Quien hubiera creído que mi vida se convertiría en esto?.Alice, ella lo vio. Trato de advertirme pero no había marcha atras. Y las cosas había seguido su curso natural.Reí de mala gana recuperando el dominio del dolor, empujando hacia lo mas profundo de mi ser. Ocultando, tan solo por algunas horas, de eso estaba seguro. Solo podría mantenerlo a raya unas horas. Tiempo suficiente para alcanzar a Victoria, esta vez no se escaparía. Ya estaba cansado de este estúpido juego.Ya enfrentaría la eternidad sin alicientes ni motivaciones solo con el dolor de compañero, esto se terminaba hoy.Por alguna extraña razón el rastro era ahora mas nítido que nunca. No tenia mas de una media hora.No tardé en descubrir cual era el destino de aquella señal, me encontraba en la autopista que comunicaba directo al Fort Worth International Airport de Dallas.Maldición, si la dejaba marcharse en avión perdería su rastro para siempre, podría ir a cualquier lugar. Sin embargo no por eso dejaría de buscarla, pero esto se terminaba hoy, aquí, en esta ciudad.Seguí el rastro hasta el estacionamiento del aeropuerto donde reinaba un fuerte olor a sangre humana.Busqué alguna voz mental en los alrededores, al no encontrar nada decidí que era lo bastante seguro como para acercarme.Unos cuantos metros mas adelante se encontraba un pequeño automovil con la puerta abierta y junto al maletero, en el suelo se encontraba el cuerpo de una mujer.Victoria se había alimentado de ella y había dejado el cuerpo tirado en el suelo. Retrocedí unos pasos, debía abandonar pronto el lugar.Me disponía a hacerlo cuando comenzo a sonar una nota musical en el aire. No había escuchado ningún ruido y me sorprendí ante el repentino sonido.Me moví rápidamente tratando de encontrar aquello que atraería la curiosidad de algún transeúnte.Debajo del automovil se encontraba un teléfono celular color rosa, rápidamente lo abrí presionando una de sus teclas. Un mensaje de texto emergió de la pantalla.“Buen viaje y traeme algo lindo de Brasil”¡Brasil! Maldición, no contaba con eso. Busque en el interior del automovil, en el suelo en las inmediaciones, pero no encontré nada. Victoria se había llevado sus maletas y su cartera. Efectivamente viajaría a Brasil.Corrí por el estacionamiento debía tratar de alcanzarla, pero podía ver que se escurría de mis manos como si fuera agua.El reloj que se encontraba sobre el letrero de entrada y salidas informaba que eran las 02:00.—Disculpe señorita, ¿el próximo vuelo a Brasil? —“Ho… mi…. Dios” Pensó la mujer que me miraba con enormes ojos.—He… si… claro a Brasil, un momento por favor— Me dijo mientras miraba la pantalla del computador. “Por dios, este hombre es hermoso, seguro es modelo…. seguro es gay… ¿Maldición por que los mas lindos siempre lo son?—Disculpe tengo algo de prisa— Le dije impaciente.—El vuelo a Brasil acaba de despegar, el próximo despegará a las 06:00, ¿Usted tenía boletos? —Casi, por poco y logro alcanzarla. Frené el gruñido que quería emerger de mi pecho, no tenia sentido exponerme de esa forma.—No, lamentablemente no tenía, pero si necesito uno para el próximo vuelo—.—Eso es imposible señor, ya se han vendido todos los pasajes—.—Pero estoy seguro que usted podrá ayudarme—. Le dije inclinándome hacia ella y utilizando la mas cautivadora de mis voces.—He… he… si…. no se, tendría que ver—. Logro decir mientras su corazón latía como un caballo desbocado.—Yo se que tu podrás… ¿Anhia? ¿Tu nombre es Anhia?— Le dije mirando su su placa identificatoria. —Necesito subirme a ese avión Anhia, es de vida o muerte. Te estaré eternamente agradecido si lo haces—. Bueno en eso era completamente sincero.—Bueno… creo… que podre—. Me dijo nerviosamente.La horas transcurrieron lentamente, compre ropa, gafas oscuras y una nueva mochila en la única tienda abierta en el aeropuerto. Ya todo estaba listo, mi tarea me llevaba a otro país. Dejaba el país, dejaba a mi familia, dejaba a mi Bella.No mire hacia atrás mientras subía al avión, nadie estaba ahí para despedirme.—Bienvenido señor, ¿Que lo lleva a su destino, negocios o placer? ——Placer — Le dije mientras imaginaba a Victoria en mis manos de una vez por todas. —Es un viaje de placer—

Capitulo 7 Noche Eterna

Otoño

Atrás quedaron los pocos días felices de mi existencia, atrás quedaba mi vida.Ahora parecía estar enmarcada de oscuros y desteñidos colores.Por un momento me detuve a contemplar lo que en otra ocasión debería parecerme un hermoso paisaje. Hoy me resultaba, simplemente insignificante.
La tarea de rastrear a Victoria no fue fácil.En algunas oportunidades su rastro era tan nítido que casi podía ver la estela que dejaba su esencia en el aire.Me preparaba mentalmente para hacerle frente. No la dejaría escapar.Pero al traspasar un claro o al doblar en un árbol lo perdía completamente.Aquello me desquiciaba, no soportaba el tener que perder tiempo en aquel estúpido juego.Sentía que perseguía a un fantasma.En cambio en otras, lo perdía completamente. Me tomaba horas o incluso días el volver a encontrarlo.El recorrido que me hubiera tomado normalmente semanas, se había convertido en meses.Pero aun así, no me detendría. Seguí adelante. Cada día trataba de enfocarme en lo que ahora era mi única razón de existencia.¿Pero que haría cuando mi tarea terminara? Apretaba fuertemente mi mandíbula cada vez que su nombre trataba de abrirse paso a traves de mis labios. Sin embargo, era mas fuerte que yo.Agradecí la estación del año. Agradecí las fuertes tormentas eléctricas. Cada vez que sonaba un trueno, descargaba mi furia contra un árbol, una roca, cualquier cosa que estuviera a mi alcance. Pero no era suficiente… nunca lo era.Cruze Oregon, Wyoming y Kansas sin dar alcanze a Victoria. Casi podía ver como se escabullía entre mis manos.Al llegar a las grandes ciudades debía disminuir aun mas el paso y en los días soleados me ocultaba en cualquier lugar que me fuera posible.Trataba sin embargo de alquilar un dormitorio en algún motel u hostal para ocultarme, sabiendo que tardaría aun mas en seguir mi camino.Fue en una de esas oportunidades, cuando hable con mi familia…—Ho. Edward. No lo podía creer cuando vi que eras tu el que llamaba.¿¡Por qué no lo haz hecho antes!? — Me recriminaba ahora muy molesta mi madre.—Lo siento Esme ya sabes, en algunas oportunidades es muy difícil recarga la batería del teléfono celular, sobre todo si estas de cacería—— Lo mismo me ha dicho tu padre. Pero aun así, tendrías que ser mas cuidadoso——Lo intentaré madre, que es muy difícil—.—¿Que es muy difícil, el cargar la batería o el hablar con tu familia? ——Creo que un poco de ambas cosas, madre. Este último tiempo todo se ha vuelto muy difícil—.—Cariño, vuelve a casa. Te extrañamos tanto—.—Y yo madre. También yo los extraño—.Pero no quería estar cerca de ellos. No podrían evitar, en algún minuto el pensar en ella. Y si era difícil lidiar con mis recuerdos, ya podía imaginar como sería el tener que asistir al de todos.Esme no perdió tiempo y me puso al corriente de todo lo que había sucedido desde nuestra separación.Se habían trasladado a la Región del Adirondack, al norte de New York.Ahí tenía una hermosa residencia en la Avenida Newport Gray, casi al lado mismo del parque que lleva el mismo nombre que la región.El lugar les permitia disfrutar de una vida normal sin tener que esconderse todo el tiempo. Además el parque contaba con una variada fauna, lo que les permitía alimentarse con regularidad.Mi madre insistía en que me uniera a ellos, argumentando que podría llevar una vida casi normal.—Edward, recuerda que lo bien que lo pasaban.¿Porque no vuelves hijo? ——Es verdad Esme, tengo muy buenos recuerdos que aquel lugar. Pero no estoy seguro—Yo sabía que detrás de esa pequeña palabra existía mucho mas. Detrás de ese “casi” se encontraba ella. Mi vida jamas sería lo mismo, nunca mas podría llevar una vida normal.Carlisle y Esme ya se encontraban algo aburridos sin nada que hacer.Mi padre estaba pensando seria mente el volver a trabajar, claro que no estaba seguro de donde.Lo mismo ocurría con mi madre.Alice y Jasper habían decidido visitar un tiempo a Peter y Charlote. Después tratarían de encontrar las piezas faltantes en la vida humana de Alice.Emmett y Rosalie se encontraban como siempre.Después de todo, ella se había habituado mas rápido que Emmett.Al no estar Alice, ella recurría a el para hacer lo que mas le gustaba… ir de compras.Afortunadamente para ella, según me había contado mi madre, solo a unos pocos kilometros de encontraba Plattsburgh, Malone, Cantón, de Potsdam, y Glens Falls. Los cuales ofrecían todo tipo de tiendas y almacenes.Creo que el que mas perjudicado de ellos era el pobre Emmett. Aunque según sus mismas palabras, había logrado “arrastrar” a Rosalie hasta Yellowstone para cazar un Oso Grizzly.Por un momento pude imaginar toda la escena, pero el inclemente dolor no me permitió disfrutarlo.De todos aquellos detalles me había puesto al corriente mi madre la última vez que había hablado con ella. Claro que de esto ya había pasado algún tiempo.El saber que se encontraban bien disminuyó mi culpa por haberlos obligado a marcharse del que es su hogar preferido.
No pasa mucho tiempo en que al llegar a alguna ciudad me topaba con la desagradable noticia de una muerte misteriosa.El diario local informabas la terrible noticia de que uno de sus habitantes habían sido brutalmente asesinados bajo extrañas circunstancias. Extayendoles hasta la ultima gota de sangre para luego ser desmembrados.En aquellas oportunidades hacia rápidamente abandono de la ciudad, seguramente un extraño que solo se deja ver por las noches seria el blanco perfecto de toda investigación policial.Entonces estaba tranquilo ya que seguía el rastro correcto.Otro mes transcurrió de esta manera. Sin abandonar mi tarea, con el corazón quemandome en todo momento.Con su imagen en mi mente, con su calor perdido

Capitulo 6 Noche Eterna

El rastro

Las formas a mi alrededor eran solo sombras difusas. No estaba consiente del velocimetro cuando paré en seco el coche.¿Emmett?... ¿Pero que esta haciendo aquí?Genial, lo último que necesita en esos momentos era que mi hermano tratara de consolarme.Pero seguramente existía una buena razón para ello.Solo di unos cuantos pasos, mi hermano me esperaba.—Hey, Edward. Rosalie me dijo que era un tonto por esperarte. Ella no te creía capas de hacerlo—.—Pues se a equivocado como veras—. Le contesté apretando mis dientes.Busque en su mente el verdadero motivo por el cual me esperaba.—Tienes que estar bromeando—. Le dije cuando encontré la razón.—No, no. Ven te lo mostraré—.Comenzamos a correr por el bosque. Aquello era lo que necesitaba. Aquella era una razón para alejarme de ella, quizás la única razonable. O por lo menos trataría de pensar que así era.Al poco andar, pude persibir lo que Emmett me había dicho.¡Victoria!Por un momento deje de lado mi estúpido dolor. Ahora tendría por delante una tarea que realizar. Una en la cual no podía fallar, no me permitiría fallar.El rastro no era reciente. Pero era lo suficientemente claro como para seguirlo.—¿Crees que se encuentre en los alrededores del pueblo?——No, de eso estoy seguro. No he encontrado nada en la ronda de la noche anterior— Le dije muy seguro.—¿Crees que podamos seguir su rastro desde aquí? ——Es muy leve, pero indica que ha vuelto desde la última vez. Emmett no permitiré que vuelva a Forks, menos ahora que …. —No pude terminar, las palabras quedaron atrapadas en mi boca.—Vamos Edward, quizás podamos alcanzarla—.—No Emmett, no quiero compañía. Además, estoy seguro que Rosalie me pateará el trasero si te llevo con migo—.Traté de sonar animado, no quería preocupar a mi hermano.—¿Y que se supone que harás? ——No estoy seguro pero tengo todo lo que necesito aquí—. Le dije tocando mi frente. —Bueno y en mi mochila que esta en el coche—.Cazar a Victoria, quizás era lo único que me permitiría permanecer cuerdo. Era mi obligación no permitir que ella volviera.Adoptamos un paso humano para volver a la carretera. Emmett tenía muchas cosas en su cabeza.—Edward, no he podido decirte….—Si, Emmett lo se. Creo que ella también te quería—.—Bueno estoy consiente que puedes ver en mi mente todos mis sentimientos, pero necesito decirte esto.Bella era muy importante para nosotros, estoy consiente que debes sentirte terrible….—Exacto Emmett, me siento terrible. Te agradecería no decirlo y mucho menos pensarlo tan fuerte—.Esta era la razón por la cual quería viajar solo, no necesitaba todo aquello.—Solo dejalo así Emmett, por favor—.—Esta bien, esta bien. ¿Sabes lo difícil que es hablar con alguien que sabe todos tus pensamientos?. Uno se siente un tanto… estúpido—.—Disculpa hermano, no es mi intención. Creeme que no es mi intención—.Maldición, debía alejarme de todos mis seres amados. Me estaba especializando en herir a todos los que estaban cerca de mi.—Lleva mi volvo. No lo necesito, mas bien no lo quiero—. Le dije cuando llegamos a la carretera.—Pero….——Tu lo necesitarás más que yo. Vamos, toma las llaves, seguramente Rosalie te estará esperando muy molesta por la demora—.—Ya se le pasará—.—Dile a mamá que estaré bien, trata de consolarla—.—Eso será difícil y lo sabes—.—Si pero los tendrá a ustedes—.—Sabes muy bien que no es lo mismo—.—Alice no tardará en llamar, tal vez puedan reunirse con ella—.—Si, tal vez—.—Dile a mi padre, que he hecho lo correcto. Dile… que le pido que no regresen a Forks—.—Eso no hará muy feliz a Rosalie. Le gustaba el clima—.—Si es cierto, pero creo que podrás calmarla—.Traté de reír, pero el sonido no logró salir de mi boca.—Es verdad, creo que podré—. Me dijo riendo el de buena gana. —¿Tienes todo lo que necesitas? ——Si, tranquilo. No es la primera vez que estoy por mi cuenta—.—Lo se solo que ahora todo es muy diferente—.—Es verdad—.—Hey, siempre me puedes llamar si necesitas una mano. Ya sabes que me agradaría poder acompañarte en esta aventura—.Pero aquello no era una aventura. Era una marcha fúnebre. Mi camino hacia el infierno.—Claro que te llamaré si te necesito—. Le mentí descaradamente.—Bueno, me gustaría que me llamaras aun si no me necesitas. Ya sabes—.—Trataré Emmett trataré. No estoy seguro de cómo será mi existencia de aquí en adelante—.—Pero piensas volver con nosotros ¿Cierto? ——Si.. No… ¡No lo se Emmett. No lo se! —.Sabía que Emmett no me torturaba intencionalmente, pero no podía contestar con sinceridad sus preguntas. Yo ni siquiera sabía como sería el día de mañana.—Esta bien, esta bien. Ya no te molestaré mas. Tranquilizate—.—Estoy bien Emmett. Dile a mi madre que me encontraste bien. Por favor no la preocupes—.—Lo que tu quieras. Pero solo si te mantienes en contacto. O si no le diré a Esme que vaya por ti. Y sabes muy bien que es capas de hacerlo. —
La idea de cazar a Victoria hizo solo un poco mas llevadera la noche.Sin embargo los escalofríos seguían recorriendo mi cuerpo.Tendría que aprender a vivir con aquella extraña y desagradable sensación.Era extraño encontrarme a la intemperie.Pero lo prefería. Siempre había disfrutado de los bosques que Forks ofrecía.Pero estaba lejos ahora de poder disfrutar cualquier cosa.Presté atención a los ruidos de la noche, concentrado en encontrar mi próxima comida.Habían pasado unas tres semanas desde mi última caza. No tenía ganas de alimentarme. Pero debía estar en forma si quería poder encontrar a Victoria.Me adentré en los bosques del Olympic National Park. No tardé demasiado en encontrar algo con lo cual pude alimentarme. Un ciervo pequeño sería suficiente.Sin muchas ganas desgarre el cuello del pequeño animal, su sangre me parecía insípida aunque calentó un poco mi boca y garganta. Claro que aquella sensación no duró demasiado.El seguir el rastro me tomó mas tiempo del que me había imaginado. Había momentos en los cuales creía perderlo, parecía que ella avanzaba unos tramos pero luego retrocedía unos metros.Me resultaba imposible comprender el por que de su comportamiento. Deje de lado rápidamente la teoría de que se encontrara herida de alguna manera. Pero su andar era parecido al de un animal moribundo.El rastro era tan errático, que no me permitía correr a toda velocidad como me hubiera gustado hacerlo.Sin embargo en la madrugada pude divisar a lo lejos el Lago Cushman. El cielo estaba despejado y tendría que esperar hasta el anochecer para continuar mi marcha.

Capitulo 5 Noche Eterna

Antes de Partir

Ya no era dueño de mi cuerpo. Trataba de seguir corriendo pero mis músculos se habían rebelado.Pude sentir claramente un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo y sin poder controlarlo comencé a temblar de pies a cabeza.Aquellas reacciones humanas eran solo el comienzo de mi calvario. Era el precio que tendría que pagar.Bella se encontraba ahora demasiado lejos de mi, pero aun podía verla claramente.Caminaba sin rumbo, adentrandose más y más en el bosque gritando mi nombre.Giré mi cuerpo en un estúpido intento por borrar lo que estaba sucediendo. Pero era inútil.Bella ya no era mía y la había abandonado, ahora estaba sola y quizás perdida en el bosque.Pero no podía volver por ella. No podía volver para dejarla otra vez.Tenía que ser una ruptura limpia, rápida.Sin embargo tenía que hacer algo.La ventana de su dormitorio estaba abierta, como de costumbre.Quizás con los años dejaría de estarlo. ¿Cuánto tiempo le tomaría perder las esperanzas?Nunca me sentiría mejor sobre aquello las dos posibilidades eran igual de dolorosas. ¿Y que pasaría si me olvidara pronto? ¿Cuánto tiempo humano era el normal. Semanas, meses o años?La idea de imaginar a Bella sufriendo por mi culpa años, era demasiado.Pero ella olvidará, se sobrepondrá y espero, aunque me duela, que sea pronto.Su habitación estaba en las mismas condiciones que la noche anterior y no tarde en encontrar los regalos.Le había prometido salir completamente de su vida, sin embargo no podía llevar con migo aquellas muestras de nuestro amor.Miré por última ves las fotografías, eran monstruosas, demasiado hirientes.Pero no pude destruirlas. ¿Qué podía hacer. Quemarlas, botarlas a la basura?Decidí después de todo, dejarlas junto a ella. Claro que Bella jamás las encontraría. Pero eran suyas, debían estar con ella, aunque jamás las encontrara.Bajé a la cocina para dejar una nota falsa a su padre.El llegaría en cualquier momento y no tardaría en ir por ella.Al saltar por su ventana quise seguir su rastro por el bosque, pero escuche a su padre doblando la esquina.Era mi hora de partir, la hora de desaparecer para siempre.Con rabia contenida pise el acelerador.Una última mirada al bosque. Ya no podía verla. Sin embargo era tan fácil escuchar sus sollozos.Ahogue los gritos que subían por mi garganta.Y de esta forma salí de su vida….

Capitulo 4 Noche Eterna

El final

No me sorprendí a escuchar la voz de Alice, solo ella podría ver que no estaba en casa de Bella, seguramente me vio sentado en este tronco cuando decidí saltar por la ventana.—Jasper se marcha—. Me dijo sin rodeos. —Y yo me voy con el—.Eso era mas que obvio para mi. Alice nunca lo dejaría solo.—Alice, también me iré, aun no se cuando ni a donde, pero debo alejarme—.—No lo hagas por nosotros Edward, es por esta razón que nos marchamos. No queremos ser mas un problema para ti y Bella. Quiero que sean felices. No podríamos vivir sabiendo que por nuestra causa se separan—.—No es culpa vuestra Alice, es que no lo vez, si no hubiera sido Jasper habría sido cualquiera—.—Edward, por favor le partirás el corazón—.—¿Y no crees que estoy consiente de ello? ——No, no me marchare entonces. Hablare con Jasper para que nos quedemos solo un poco—.—Eso no te lo permitiré Alice, te prohibo interferir. Vasta de criaturas sobrenaturales en su vida. Debe tener una vida normal. Se lo debo, por todo lo que la he hecho pasar—.Decir aquello en voz alta era infinitamente peor. Por un minuto sentí como mi cuerpo se estremecía levemente.¿Que era aquello que estaba sintiendo?—¿Pero es que no entiendes que con eso la mataras? — Dijo Alice con una mueca de dolor en el rostro.—No Alice, encontraré la forma, ella me olvidará, se que asi será. Pero para eso necesito que tu estés lejos, que todos estén lejos.No se porque te digo esto, debo hablar con Carlisle primero—.—No te preocupes, nuestro padre también ha sacado sus conclusiones. Te espera para poder hablar—.En silencio nos contemplamos. No quería ver a mi familia desecha por mi culpa, por mi falta de juicio.—¿Donde irán? Procura estar en contacto con Esme y Carlisle. Seguramente ella se sentirá terrible con todo esto—.—Y lo hace, Edward. Esme esta desconsolada—.Trate de convencerla para que fueran a Denali. Mi madre se sentiría un poco mejor al saber que estaban con miembros de la “familia”.Alice se acercó a mi, rodeando mi cintura con sus brazos.—Lo siento tanto Edward. Me mata el pensar que todo esto a sido por mi culpa. Si no hubiera insistido en la estúpida fiesta, nada de esto había ocurrido—.—No es tu culpa—. Dije abrazándola también.—La extrañaré Edward—.—Lo se Alice, no sabes lo terrible que será esto para mi—.Alice retrocedió unos pasos con los ojos cerrados.Permaneció así unos segundos.—Si, lo se Edward. Si, será terrible para ti; y para ella también. Edward por favor no lo hagas, sufrirá mucho—.—Pero lo lograra, lo hará ¿Cierto? —Cerro nuevamente sus ojos. — Maldición Edward, si lo hará pero le partirás el alma—.Con eso me bastaba, Bella sufriría, es cierto y yo sufriría aun mas al saber que lo hacia por mi culpa. Pero al final ella lo lograría, me olvidaría.—Gracias Alice, Dije en voz baja—.¿¡Y que me agradeces Edward, no vez que de un golpe he destrozado dos corazones?. El de ella y el tuyo!?. — Dijo apretando los puños. —Adiós hermano. Ojala que logres encontrar un poco de paz donde sea que te dirijas—.Dio la media vuelta y corrió adentrandose en el bosque.Su mente lloraba, pero pronto estaría con Jasper y el lograría consolarla.“Vampiros afortunados, que se tienen el uno al otro”.Caminé lentamente, arrastrando cada paso. Tendría que romper su corazón.¡Bella… mi amor, mi vida!... Ahogue el grito que emergía de mi pecho.No quiero dejarla, ¿como podre vivir sin su calor sin su risa clara y transparente?. Bella, Bella, su nombre quemaba mi boca.Trepe por su ventana, no se había movido. Pude sentir nuevamente aquella extraña sensación. Me resultaba familiar… solo que no sabia lo que era.Lo que quedó de noche, lo dedique a memorizar su rostro, recostado junto a ella acariciando su cabello.La última vez, mi última vez.—Adiós amor—. dije en un susurro. —Adiós mi Bella, esta será la última vez que hable mi corazón.Trata de olvidar, mi vida. Trata de ser feliz. Te amo Bella, te amo mas que a mi propia vida, te entrego mi felicidad, aquí junto a ti quedará por siempre—.Para la mañana siguiente ya no quedaba un solo rastro del Edward que Bella tanto amaba en mi cuerpo. Me incorporé besando su frente.Pude ver por un minuto a su Edward, recostado junto a ella. Lo que ahora se alzaba solo era un sombra, una cáscara. Junto a ella, en aquella pequeña cama quedaba todo mi ser. Era suyo, ya no me pertenecía.Salté por su ventana como la noche anterior, sin voltear, sin observarla.

—¿Has visto a Alice?—, Dijo preocupada mi madre.—Después Esme, lo prometo—. Subí a toda prisa para cambiar mis ropas.Llegue al instituto solo un poco antes de que Bella lo hiciera.Me acerque a su coche para ayudarla a bajar. Seguramente no se sentiría muy bien esta mañana.—¿Qué tal te sientes? — Dije tratando de contenerme.—Muy bien — Respondió, pero traté de no preocuparme, traté de contener la repentina ansiedad.Caminamos en silencio, lentamente mirando el pavimento.Aquella mañana parecía eterna. Las clases se hacían interminables y ahí estaba de nuevo la monotonía de las materias.Bella se mantuvo muy callada y me sorprendió que no me bombardeara con miles y miles de preguntas.Estaba dispuesto a decirle que nos marchábamos en cuanto ella empezara ha hablar sobre lo ocurrido el día de ayer. Pero ella simplemente no lo hizo.¿Instinto, presentimiento? Sin embargo agradecí postergar aquello, solo un poco. Tendría que desprenderla de a poco, hiriéndola con mi indiferencia.—¿Dónde está Alice? — Preguntó en el almuerzo.—Está con Jasper—. Dije fríamente, sin mirarla. Pude sentir como su corazón comenzaba a latir rápidamente. Con la voz llena de angustia preguntó si el estaba bien, pero no conteste, ni siquiera le mire. Solo me dedique a seguir jugando con mi “comida”.—Se han marchado una temporada— Le solté de golpe.Bella dejo escapar un pequeño grito. —¡¿Qué?! ¿Adonde? — Traté de parecer indiferente antes su reacción.—A ningún lado en especial—. Le contesté alzándome de hombros.Su voz tiritaba cuando pregunto si Alice se había marchado también.Quería consolarla, abrazarla. Calmar el dolor que le producía su partida.Pero no podía. Me obligué a no levantar la mirada, obligue a mis músculos a permanecer rígidos a menos de medio metro de ella.Era tan fácil hacerla sentir bien, solo tendría que levantar mi mano y acariciar su rostro. Pero no lo haría y no lo hice, solo confirme lo que ella suponía, Alice se había marchado siguiendo a Jasper.En su cara se dibujó una mueca de dolor, estaba seguro que sería por mis palabras.—¿Te molesta el brazo? — Dije de todas maneras.—¿A quién le importa mi estúpido brazo? — Murmuró molesta por mi pregunta y dejó caer su cabeza sobre la mesa.Involuntariamente estiré mi mano hacia ella. Casi podía imaginar el contacto con su suave cabello.Cerré de golpe mi mano, solo a unos centímetros de tocarla. No me permitiría flaquear, la decisión ya estaba tomada.Al sonar el timbre me levante sin decir palabra, procurando arrastrar la silla al pararme para que Bella me escuchara.Durante el resto del día escolar mantuvimos esta situación, yo no hablaba y ella respondía a mi silencio con mas silencio.Solo cuando nos dirigíamos hacia su carro, al finalizar las clases, me habló nuevamente.Pregunto si iría a su casa por la noche, debía trabajar, pero en la noche quería verme.Me mostré indiferente sobre el tema. Pero accedía a ir.Bese su frente rápidamente, disponiéndome.
—O—
—¿Te ha dicho Alice donde irían? — Me preguntó mi madre, muy preocupada.No debí salir tan rápido esta mañana, se encontraba casi angustiada por Alice y jasper.—Madre, Alice estará bien, creo que irán a visitar a Tanya, estará en contacto—.—¿Y que se supone que haremos nosotros? —. Preguntó molesta Rosalie.—Rose—. Dijo esta vez mi padre. —Deja que hable, seguramente es lo que ha pensado toda la noche.Adelante Edward——Les pido disculpas a todos, si yo no hubiera sido tan egoísta, esto no habría pasado.Hace mucho tiempo que debí escuchar a Rosalie. Se que ella solo quiere lo mejor para la familia y ahora debo pagar por mi estupidez.Lamento tanto tener que arrastrarlos con mis problemas, pero creanme que no veo otra salida para todo esto—.—No debes disculparte por amar a Bella— Dijo mi madre.—No Esme, no pido disculpas por amarla. Sin duda la amaré por siempre, pero he sido desconsiderado al esperar que todos ustedes tuvieran la misma tolerancia que he tratado de tener cuando estoy junto a ella.No fue justo para Jasper someterlo a aquella dura prueba, estoy consiente que para mi es solo un poco mas fácil por que la amo, pero ustedes no tenía la misma obligación—.—Claro que la tenemos hijo, ella es tu compañera. También la amamos y es parte nuestra—. Continuo Esme.—¡Pero ya no lo sera mas!. Ya no podemos vivir aquí, debemos marcharnos—.—Ya había previsto algo así, pero jamas pensé que tu también te marcharías. ¿Estas seguro de esto? ¿Quizás si no estuviéramos, si solo fueran ustedes dos?...—Terminaría matándola… de una u otra manera. No puedo… no puedo…—Desgarrado por el dolor caí al suelo. Odiaba mostrarme débil, pero es que no podía controlar el dolor.Sentí los brazos de mi madre rodeando mi espalda.—Cariño, se que lo haces por ella. Esto es lo mas noble que alguien podría hacer por el ser amado.No existe en la tierra una persona que merezca ser feliz mas que tu, mi pequeño Edward. Estaremos contigo hijo, en todo momento—.—No madre— Dije desprendiéndome de su abrazo, pude ver como la heria mi brusquedad. —No. Yo no iré con ustedes, no esta vez. Necesito superar esto solo. No estoy seguro de cómo lo haré, pero tengo que hacerlo—.Los ojos de Esme confirmaban todo lo que su mente me decía. Pena, dolor, incertidumbre, pero sobre todo tristeza, mucha tristeza. Su familia se desmoronaba poco a poco y yo era el culpable.—No tengas pena, por favor madre. Estaré en contacto—. Le dije sacando de mi bolsillo el pequeño celular plateado y tratando de fingir una sonrisa.—¿Y que piensas hacer? ¿Donde iras? ——No estoy seguro, he pensado en tratar de encontrar a Victoría. Se que en las últimas rondas no hemos encontrado rastro alguno de ella, pero me sentiría mejor si estoy seguro de que ella ha salido completamente de nuestras vidas—Desde nuestra vuelta a Forks, se había vuelto una costumbre el vigilar los alrededores.Claro que a Emmett le fastidiaba hacerlo ya que nunca encontrábamos nada.—Genial, yo voy contigo—. Dijo muy entusiasta mi hermano—.—Emmett, ¿No pretenderás dejarme nuevamente? Le recriminaba Rosalie—.—Pero nena, solo será un corto tiempo, ¿No es así Edward? —Pero yo no estaba seguro de volver algún día. Por lo menos trataría de no hacerlo.—Será mejor que viaje solo Emmett. Creeme, no seré el mejor compañero de aventuras.Además para Esme ya que mucho perder a tres hijos de golpe—.—En eso tienes razón, gracias por la consideración— Me dijo mi madre.—No lo hago para herirlos—.—Te entendemos. Debes hacer lo que creas que es correcto. Eres nuestro hijo, vuelve a nosotros cuando estés listo. Te extrañaremos y esperaremos ansiosos tu regreso. —“Ve hijo, pero vuelve. Ya te extraño.” Agregaba la voz mental de mi padre.
—O—
Aun era temprano, Bella seguramente estaría saliendo del trabajo.En otras circunstancias podría haber pasado por ella, como solía hacerlo. Pero hoy no, ya nunca mas.Charlí estaba ansioso por ver un partido por televisión. Me senté en el sillón esperando que Bella llegara… Bueno trataba de no esperar. Me enfoqué en el televisor, agradecí que su padre fuera un hombre de pocas palabras, lo último que quería hacer era platicar.Era sorprendente como podía fingir frialdad frente a Bella. Esa noche no la recibí con los brazos abierto. Tampoco bese sus labios y caminamos tomados de la mano hacia la cocina. Esa noche solo la mire, dedicándole solo una fingida y pequeña sonrisa.¿Con cuanta facilidad podía cavar mi propia tumba?Yo era un monstruo y los monstruo no tienen sentimiento ni emociones.—Ahora voy contigo — Le dije para luego seguir contemplando el televisor.Bella se quedo ahí, su corazón latía ahora rápidamente, pero no se movió.No quería mirar, no debía mirar. Indiferencia, mi corazón era una roca.Claro que no pude evitar escuchar. Me enfoque en los ruidos que llegaban desde la cocina.Pero solo escuche el ruido de la silla cuando ella la arrastro para sentarse.¿Que estaría pensando? No podía pasar por alto mi comportamiento. ¿Que pensaría? Y ahí estaba otra vez aquella extraña sensación. Desde las profundidades de mi memoría surgían extraños recuerdos, casi olvidados ya. Traté de recordar, atravesando la densa nube tras la cual se guardan mis antiguos recuerdos humanos.La silenciosa risa de Bella surgió de pronto. ¿Qué era lo que la hacia reír? Estaba completamente seguro de no haberle entregado motivo alguno, es más a estas alturas ya debería estar llena de incertidumbre. Pero sin embargo no preguntaba nada, era como si simplemente aceptara mi comportamiento. Como si fuera normal.Subió a su dormitorio, al parecer estaba sacando una fotografía. ¿Una fotografía de que?Ya no era libre de hacer preguntas, tampoco podía leer sus ojos.Aquello era peor, mucho peor de lo que esperaba, infinitamente peor. Sin embargo no podía dejar de espiar sus movimientos por la casa.Bajo los escalones lento, despacio; tratando de no hacer ruido. Claro que aquello era imposible.Obligue a mis ojos a no mirar, claro que tampoco pestañeaban. Estaba completamente petrificado, sin vida, sin alma.Bella tomó unas cuantas fotos de su padre y mías. Lo más difícil fue cuando nos tomamos una juntos.Su suave cuerpo se sentía exquisitamente cálido.—Sonríe, Bella — Le dijo su padre.Y por un momento me invadió la necesidad de contemplar su rostro.Y una vez mas me contuve.Deje caer mi mano de su hombro, casi dolía la separación de su cuerpo.“Acostumbrate, acostumbrate. Es solo el comienzo”Pero mas bien era el fin.Me senté a fingir ver el televisor. El reloj no avanzaba, estar junto a ella de esta manera era insoportable. Sentí que no podía mas.—¿Te quedarás? — Me pregunto casi en un hilo de voz.Por todos los cielos, su voz era débil, sin vida. Pero lo superará, Alice lo aseguró.—Esta noche, no—. Le dije desconsideradamente.Bella no protesto, como supuse que lo haría, tampoco demostró tener mas interés en que lo hiciera. Posiblemente le habría dicho que si, si hubiera insistido, pero no lo hizo y agradecí aquello.Sin mirar atrás, entre a mi coche. Demasiado rápido llegue a casa.Las cosas ya estaban listas para la partida. En un par de días mi familia se marcharía y luego vendría mi turno. El turno del adiós.—Iremos a cazar por los alrededores, ¿Vendrás con nosotros?—.—No madre, gracias—.—Estaremos cerca por si nos necesitas—.Todos se fueron. Era como ver mi futuro. Soledad, desolación.De un lado a otro camine en mi habitación. Aquel no era el lugar donde yo quería estar.Pero no iría. No correría por el bosque y treparía por su ventana. No lo haría.Ya nunca mas entraría por su ventana, ni me recostaría junto a ella en su cama. —Bella—, dije en voz baja. —Bella—. Cerré mis ojos. Perfectamente podía recrear en mi mente todos lo detalles de su habitación, la conocía perfectamente cada centímetro.Los libros que tenia en la estantería, los CD’s de su colección, los afiches de su pared, etc.Y sobre todo la recordaba vividamente. Me deje caer sobre el sillón de mi dormitorio.—Bella… Golpee mi cabeza con mis puños, aquello no ayudaba.Me arrepentí profundamente de no haber salido a cazar. Salté por la ventana, trepando a un árbol. Mi familia ya debía estar lejos, pero sería fácil encontrar su rastro.Corrí sin prestar demasiada atención por el bosque, mi mente era un caos.Me detuve de golpe. Fue como ver la luz al final de un túnel oscuro. Aquella extraña sensación me inundaba por completo. Sin embargo ya la recordaba claramente.La última vez que la sentí fue hace muchos, muchos años. Fue antes de entrar en la inconsciencia debido a la gripe española.Sabía perfectamente que moriría y no volvería a ver a mi madre ni a mi familia.Había olvidado completamente aquella terrible sensación. Mi muerte y mi nueva vida estaba marcada por sensaciones completamente contrarias, como el día y la noche, frío y calor. El frío que experimentaba en mi muerte paro de golpe cuando el calor del veneno quemaba mis entrañas.Aquel recuerdo de muerte había desaparecido en lo mas profundo de mis recuerdos…. Hasta ahora.Corrí con mas fuerza tratando de calentar mi cuerpo, pero era inútil. Sin darme cuenta había llegado a casa de Bella.No entendía como, me había propuesto no ir. Pero supongo que era una respuesta de mis sentido.Mi ser tenía frío y ella era la única capas de curarlo.¿Pero que pasaría en el futuro? ¿También correría tras ella? Nunca podría olvidar su calor, ahora que estaba consiente del frío tendría que vivir con el para siempre.Frío eterno en mi noche eterna. Seguramente el infierno sería mejor, por lo menos ahí no tendría frío.Trepe por su ventana. Una mirada, solo una última mirada. ¿Y luego? … ¿Una última caricia, un último beso?.... aquello no ayudaba.Me obligué a bajar, sin mirar. Mi mano colgaba del marco de su ventana. No podía dejarme caer.En mas de un sentido aquello representaba la separación. Tal vez, solo tal vez, si lograba soltar mis dedos, podría soltarme de ella.Un tras otro los levanté, quedando solo colgado del índice. Tan doloroso era dejarme caer. Caer a la noche, caer al frío, a la soledad y al olvido.Pero no había marcha atrás, no había alternativa.
Permanecí oculto entre los arboles, seguramente podría verla desayunar.Vi salir a su padre y poco después los ruidos provenientes del segundo piso me indicaron que Bella ya estaba despierta.No tardó en bajar a la cocina y efectivamente, trepando a un árbol, pude ver como tomaba su desayuno.Se sentó en su sitio de costumbre.Su postura, la forma de sostener la cuchara, hasta la frecuencia en que tomaba sus bocados me indicaban que estaba triste. Estaba destruyendo su corazón, lenta y sistematicamente.De pronto de levanto a toda prisa y pude escuchar como salía por la puerta principal.Pero era demasiado temprano para ir al Instituto.Me moví horizontalmente por el bosque, tratando de encontrar un mejor ángulo pero era inútil.Trepe a unos de los arboles mas altos y pude ver lo que mis oídos me habían anticipado.Bella se encontraba frente a su casa y se disponía a tomar una fotografía de esta.Era la cámara que le había obsequiado su madre para su cumpleaños.Rodeo la fachada de la casa y se acercó un poco al bosque. De un salto me adentré en las sombras de los árboles.Bella buscó el mejor ángulo y tomó una última fotografía. Se quedó ahí un momento, contemplando los arboles. Su rostro parecía esperanzado y supongo que aquel era el sentimiento correcto que sentía en ese momento ya que dejo escapar un hondo suspiro.
—O—
Aquel fue otro día de terapia anti-Edward para ella.Me mantuve como los días anteriores, indiferente… solo en apariencias.No podía dejar de monitorear cada movimiento, cada cambio en sus latido cardiacos, cada respiración y sobre todo cada suspiro que inconscientemente dejaba escapar.En resumidas cuentas, era un verdadero martirio.Bella se encontraba mas distraida que nunca en las clasesAl punto de tener que “soplar” una respuesta en la clase de Lengua.Aquella fue la única vez que me permití dirigirle la palabra. Silencio, indiferencia. Me odiaba a mi mismo, me odiaba con todo mi ser.Por fin llegó el final del día escolar. La acompañe a su carro, pero esta vez no bese su frente al despedirme, tampoco sonreí.Cada día la desprendía un poco mas, cada día destruía su corazón, de apoco, sin compasión.Camine hasta mi coche, tratando de mantener el paso humano.Era tan difícil fingir. Todo lo humano pesaba. El tener que pestañear, el fingir respirar, todo aquello que hacíamos para fingir nuestra humanidad.
Esa noche, como la anterior, salte por mi ventana. No soportaba el frío.Corrí por el bosque en dirección a su casa, en dirección a mi corazón.Bella estaba dormida. Por su frente corría un gota de sudor. No debería haber ido.Debí pedir a Emmett que me retuviera por la fuerza si era necesario. No debía estar ahí.Nada bueno lograría con aquello.Estaba dispuesto a volver a casa de mis padres cuando algo en el suelo de su habitación llamo mi atención. Era el album fotográfico que su madre le había regalado.Aquello fue un carnada demasiado tentadora como para no morderla.Cuidadosamente abrí la ventana. Una ola de calor baño mi cuerpo al mismo tiempo que el ardor quemaba mi garganta. Demasiado tiempo lejos de ella. Todo volvía a ser como en el comienzo. Para los humanos el tiempo todo lo cura, para nosotros solo lo hace mas insoportable.La primera fotografía era mía, del mismo día de su cumpleaños. Me sorprendí al ver la segunda. Era la fotografía que nos había tomado el día anterior, cuando estaba fingiendo ver television y la tercera era la mas dolorosa de apreciar.Bella y yo, uno junto al otro pero a la vez demasiado lejos ya.Contuve las ganas de romper aquellas terribles muestras de nuestra separación.Pero estaba consiente que solo de aquella manera podría separarme de ella, solo así, ella me olvidaría.Fingir que no la amaba y sufrir por aquello. Solo ese futuro podía ofrecerle. Pero a su vez era la única salida.Como podía pretender que Bella continuará con su vida teniendo tales recuerdos tangibles de mi persona.Nunca olvidaría, por el contrario solo haría las cosas mas difíciles para ella. Me incorporé silenciosamente con el album entre mis manos.Gire buscando el CD que le había regalado. Dos muestras de mi amor, de mi persona. Un ancla, un lastre y sobre todo un estorbo para su vida.Debía desaparecer completamente de su vida y de sus recuerdos. Debía facilitarle las cosas. Pero no podía llevarlos con migo. Yo también debía aprender a vivir sin ella.Jamas volvería a tocar aquella melodía. Era suya, al igual que mi vida.¿Pero que podía hacer con las fotografías? Yo también debía olvidar.Deambule por el bosque, tratando de encontrar algún rastro de Victoria. Sin embargo como antes no encontraba nada.Así transcurrió mi ultima noche, en un ir y venir a ningún sitio en realidad, como un fantasma, como el ser sin alma que era.La escuela fue terrible. Por primera vez en días las horas volaban. Corrían y yo no podía hacer nada por detenerlas.—¿Te importaría si voy a verte hoy? — Le pregunte cuando llegábamos a su coche esa tarde después de clases.—Claro que no——¿Ahora? — Le dije, sin respirar.—Sí, claro —Bella debía entregar unas cartas. Me ofrecí a dejarlas, mi carro era mucho mas rápido que el suyo.Entregue las cartas y aun así logre llegar antes que ella.—Vamos a dar un paseo — Le dije mientras tomaba de su mano.Acomodé mi paso a su ritmo y me dirigí hacia el pequeño sendero que se encuentra en el bosque justo detrás de su casa.No caminamos demasiado, solo unos cuantos metros. Me detuve cerca de un árbol, apoyando mi cuerpo en este. Deje de lado todos mis sentimientos.Bella me miró y dijo:—Está bien, hablemos —Debía interpretar un papel. Llene mis pulmones de aire, tratando de que mi voz no se quebrara.—Bella, nos vamos—.—¿Por qué ahora? Otro año...
Trate de argumentar cosas demasiado obvia, cosas en las que mi familia y yo siempre debíamos pensar cuando vivíamos demasiado tiempo en un lugar. Pero eran solo escusas, sabia perfectamente que aun podíamos vivir en Forks un buena temporada sin levantar sospechas.Escusas, solo eran tontas escusas.Bella me miraba con los ojos muy abiertos, pero llenos de duda. Solo vasto un segundo para que su rostro cambiara de color. La sangre bajo de su rostro y quedó completamente blanca.—Cuando dices nosotros... — Dijo en un susurro.—Me refiero a mí y a mi familia—.Bella sacudió su cabeza de lado a lado, negando mis palabras. Su ritmo cardiaco se había disparado.Esperé su respuesta, sin mostrar sentimiento alguno en mi rostro.Ya tendría tiempo suficiente para eso. Pero no aquí, no ahora.Una tras otra fui debatiendo sus razones. Una tras otra fui enterrando espadas en su pecho, hasta romper su corazón.Bella logro sobre ponerse y tal como pensaba no quería dejarme marchar. Quería ir conmigo.Todo fue demasiado doloroso. Dolía hacerla sufrir y dolía saber que abandonaba lo único por lo cual valía la pena la vida.—No puedes, Bella. El lugar adonde vamos... no es apropiado para ti.Ella pensaba que donde yo estuviera, sería apropiado para ella. Pero yo no estaba seguro de donde iría. Solo estaba seguro que sería un infierno y aquel no era sitio para ella.—No te convengo, Bella—.“Mi Bella, mi amor. Comprende que siempre seré tuyo, mi corazón el tuyo”.—No seas ridículo — Dijo suplicante. —Eres lo mejor que me ha pasado en la vida—Aquello no estaba resultando, como lo había planeado. Bella estaba mas obstinada que de costumbre.—Mi mundo no es para ti — Dije sinceramente esta vez.—¡Lo que ha ocurrido con Jasper no ha sido nada, Edward, nada! —Pero en eso tenía razón. Era lo que se podía esperar, solo que yo había estado demasiado ciego para ver realmente.De pronto Bella cambio el tomo de su voz, aquello no estaba bien, debía terminar lo mas pronto posible aquella situación.—¡Lo prometiste! Me prometiste en Phoenix que siempre permanecerías... —Me recriminaba, casi gritando. Pero yo no prometí aquello. Siempre traté de dejar eso en claro. Solo hasta que fuera bueno para ella y eso ocurría ahora.—¡No! ¿Esto tiene que ver con mi alma, no? — Dijo de pronto furiosa. —Carlisle me habló de eso y a mí no me importa, Edward. ¡No me importa! Puedes llevarte mi alma, porque no la quiero sin ti, ¡ya es tuya! —Obligue a mi cuerpo a congelarse donde estaba. Quería recorrer el pequeño pero a la vez gran espacio que nos separaba ahora.No podía contemplar por un minuto mas su sufrimiento.Aquello no estaba bien, todo estaba fuera de control. Podía verme tomándola en mis brazos, mientras le pedía disculpas por haberme comportado como un estúpido.Pero no lo haría. La amaba demasiado. Pero no quería seguir torturándola.Solo un intento mas, solo una ultima oportunidad y si eso no funcionaba, me quedaría o nos iríamos. No estaba seguro, de lo único que estaba seguro era de no aguantar mas aquella terrible situación.Respiré hondo y lance mi última carta.—Bella, no quiero que me acompañes — Le dije sosteniendo mi mirada, clavandola en sus ojos.Bella no dijo nada en respuesta. Por un momento permanecimos en silencio.Yo esperaba que ella debatiera mis palabras, estaba seguro de que no creería ni una sola palabra. Seguramente ya se había percatado de que todo esto era solo un truco para mantenerla a salvo.—¿Tú... no... me quieres? —Para mi asombro ocurrió todo lo contrario. Pude ver en su voz como dudaba de mis sentimientos.Como era posible que creyera aquella estúpida excusa? Acaso no sabia que la amaba mas que a nada? Mas que a mi mismo, mas que a mi familia, mas que a cualquier cosa.Pude escuchar como mi corazón se rompía con la duda hacia mi amor.—No— Dije muriendo por dentro.Con esas pequeñas letras moría todo lo que importaba.—Bien, eso cambia las cosas — Dijo tranquilamente.Desvié mi mirada. Ahogando los gritos de mi pecho.Trate de encontrar las palabras adecuadas y el tono adecuado, dejando todo rastro humano fuera de mi rostro.—En cierto modo, te he querido, por supuesto, pero lo que pasó la otra noche me hizo darme cuenta de que necesito un cambio. Porque me he cansado de intentar ser lo que no soy. No soy humano —Dije fingiendo, pero por dentro el frío quemaba mi ser. “Soy un monstruo y este es mi infierno” Mi infierno frío y desolado.Le dije que había permitido que esto llegara demasiado lejos. Pude ver como destruida a la persona que tanto amaba. Era demasiado, era aun mas terrible de lo que yo había previsto.Recordé las palabras de Alice “La destruirás” me había asegurado. Pero también sabia que lo superaría, Bella lo superaría. Tendría otra oportunidad si yo salia de su vida completamente.Hundí más la espada en su corazón afirmandole que no me convenía. Bella solo afirmaba mis palabras con la mirada perdida y tuve miedo. Miedo de su reacción, su corazón era solo un suspiro en esos momentos. Como si fuera a dejar de latir en cualquier momento.Tuve miedo por su vida. Me estremecí un momento. Los humanos tienden a hacer cosas estúpidas cuando están desesperados. Como Romeo y Julieta. Yo no quería que Bella atentara contra su propia vida. Aquello no lo podría superar.Le pedí que se cuidara que no hiciera nada desquiciado y a todas mis palabras ella asintió, sin vida en la voz y los ojos.Ya no podía estar ahí, ya no lo soportaba.Volvía ponerme la mascara pidiéndole que lo hiciera por su padre, el también la necesitaba.
—Lo haré — Dijo en un murmullo. Sabía que cumpliria su promesa. De aquello estaba seguro. Alice había visto que lo lograría.Le prometí que nunca más volvería a verme. Que podría seguir con su vida.Debía seguir con su vida. Con los años yo solo sería un triste recuerdo. Algo sin importancia.—Podrás retomar tu vida sin que yo interfiera para nada. Será como si nunca hubiese existido—.Su corazón latía rápidamente de nuevo. Pero de mis palabras estaba completamente seguro.—No te preocupes. Eres humana y tu memoria es un auténtico colador. A vosotros, el tiempo os cura todas las heridas.—¿Y tus recuerdos? — Dijo casi en un grito. Aquello era tan típico de ella. Tan acertada en sus preguntas. Por poco me desarma por completo.—Bueno, yo no olvidaré, pero los de mi clase... nos distraemos con suma facilidad.Trate de sonar lo mas convincente que me permitia mi dolor.Jamas la olvidaría, jamas lograría existir completamente sin ella. Solo tendría el consuelo de que lo ha logrado, de que será feliz.Di un paso atrás, alejándome de ella.—Supongo que eso es todo. No te molestaremos más—.Pude ver la sorpresa en su rostro. Aquello era otra terrible sorpresa para ella. Confirmé lo que su rostro me decía.—Los demás se han ido. Yo me he quedado para decirte adiós—.—¿Alice se ha ido? ——Ella quería despedirse, pero la convencí de que una ruptura limpia sería mejor para ti—Su rostro estaba desesperado. Ya era suficiente, ya no podía hacerla ni verla sufrir un momento mas.—Adiós, Bella — Dije inexpresivamente.Me aleje caminando sin darle la espalda.—¡Espera! — Grito mientras caminaba con los brazos extendidos hacia mi, tratando de alcanzarme.“No puedo, no puedo. Adiós mi amor”Permití que se acercara a mi, el dolor quemaba mi cuerpo, mis sentidos. “Adiós mi Bella, mi dulce Bella, se feliz. Yo por por mi parte te recordaré y te amare por siempre”Tome sus brazos por las muñecas, sosteniendolas en los costados.Lentamente me incline besando frente, memorizando su cálido y suave contacto.—Cuídate mucho ……..

Capitulo 3 Noche Eterna

La decisión

Nunca pensé que las cosas terminarian de esta manera.Si, es verdad, siempre estuvo presente en mi mente que algo podría pasar, pero nunca algo como esto.Estaba mas que dispuesto a evitar que algo le sucediera. No dudaría en acabar con cualquiera que intentara arrancarla de mi lado nuevamente.Pero que podía hacer si el enemigo, si el atacante, provenía de mi propia familia.Jasper continuaba luchando contra el agarre de Emmett.La voz de mi padre se alzo en la sala, grave, severa y autoritaria.—Emmett, Rosalie, sacad a Jasper de aquí—Usando toda aun mas fuerza de la hasta ahora había usado, Emmett tiró fuertemente de Jasper pero el contrarrestó su fuerza jalando hacia adelante.Por un momento creí que lograría escapar del inclemente brazo de Emmett.Rodé sobre mi cuerpo, abrazando a Bella con todo mi cuerpo, protegiéndola en el centro de mi cuerpo. Sentía todo su cuerpo latir contra el mio. El aroma de su sangre golpeaba mis sentidos. No tengo noción de cuanto tiempo permanecimos así. Los pensamientos de Jasper seguían girando en torno a su sangre.—Edward, permite que me acerque— Dijo entonces mi padre. Me pedía mi padre. Sin embargo no podía moverme.Traté de incorporarme, pero mi cuerpo no respondía. Sabía que Bella necesitaría atención médica. Me levante lentamente, obligando a cada músculo a relajarse.Creo que fue mejor no llevarla a un hospital, aquello sería muy difícil de ocultar. Charlie terminaría enterándose.La lleve a la cocina. Mi padre extraía los pequeños fragmentos de vidrio que habían quedado incrustados en su brazo.Por un momento recordé lo que le sucedía cuando olia la sangre. Aunque estaba pálida, no demostraba signos de querer desmayarse.Su sangre llenaba por completo el amplio espacio de la cocina. Había tratado de no respirar, sin embargo había tenido que hacerlo al moverme para cubrir su cuerpo con el mio.Su aroma estaba grabado en mi memoria.—Sal, Edward — Bella me miraba con ojos suplicantes.Les dije que estaba bien y que podía manejarlo. Sin embargo ella tenía presente cuan irresistible era para mi su sangre. Dijo que no tenia porque comportarme como un héroe, que mi padre podría perfectamente ocuparse de ella.En ese momento mi padre estaba limpiando la herida y ella esbozo una mueca de dolor.—Me quedaré — Le dije firmemente.Bella insistía en que me fuera, alegaba que era masoquista. Pero creo que debía serlo.Mi padre se unió esta vez a ella. Creía que debía buscar a Jasper. Quizás tenía algo de razón, busqué la voz mental de este. El aire puro había limpiado su razón. Solo el remordimiento ocupaba su mente en ese momento.Bella, Alice y mi padre me incentivaban a salir de la cocina. ¿ Hoy era el día contra Edward?Pero pude ver que en sus mentes, no había confabulación. Sabía que Alice moría por ver y hablar con Jasper, pero creía que Carlisle la necesitaba mas que el.“Tu ve por el y yo me quedo con ella.¿Vale?” me dijo su voz mental.Me dirigí hacia la puerta trasera, dándole una ultima mirada al amor de mi existencia.Eso era ella para mi. Pero aun así, la había expuesto mortalmente.La suave briza golpeo mi rostro. Cerrando los ojos me apoye contra la pared.Las imágenes volvían a mi mente, apreté los puños moviendo mi cabeza de un lado a otro. Trataba de borrar las imágenes pero no podía, como no podía borrar lo sucedido.“Uff. Tu puedes, tu puedes, tu puedes” Decía la mente de Alice.Pero en realidad no pudo y salio en dirección a la sala. Corría a ver a Jasper.Se suponía que yo haría lo mismo, pero, es solo que… no podía.Tic, tic, tic. Me distrajeron los fragmentos de vidrio al caer en la mesa de la cocina, pero la distracción desgraciadamente no duro mucho.Tendría que enfrentarme a el, a mi hermano. Lo amaba, pero no podía dejar pasar lo sucedido. No podía pararme junto a el y decir:
“Hey Jasper, wow que ha estado cerca. Ya sabes, eso de querer cenar a mi novia. ja-ja-ja. Trata de controlarte la próxima vez, por favor”
Simplemente no podía.El sonido de los pequeños fragmentos al caer en la mesa, me distrajo nuevamente de mis estúpidos pensamientos.Tan cerca había estado. Apreté mis dientes. No tenía sentido quedarme escondido por mas tiempo.Jasper trataba de ingresar a la casa. Alice lo tenía por la mano, le pedía que no lo hiciera.Emmett y Rosalie le cortaban el paso, mientras Esme le pedía que se calmara.Pero en su mente no existía sed, solo había vergüenza.Quería con todo su ser hablar con migo, disculparse. Buscaba algo que yo no podía darle.—Hooo, Edward. Por favor, yo… yo. No tengo palabras. No tengo excusa. Solo pensar en que podría haber….——Detente Jasper— Le ordené. —Has atacado a Bella. ¿Como pudiste Jasper? Eres mi hermano y ella es… es todo, todo para mi. ¿Como has podido? —Agarré mi cabeza, trataba de exprimir la respuesta. ¿Que debia hacer? ¿Como podrían las cosas ser como antes?Mi mayor temor, lo que yo más temía había sucedido.Sin embargo, Jasper era solo víctima de su naturaleza. No sabia si estar molesto con el. Pero en el fondo podía ver la respuesta, en mi interior si lo sabía. Aquello no era su culpa.— Estoy tratando, me estoy esforzando por tratar encontrar la manera correcta, estoy tratando con todas mis fuerzas de hacer lo correcto.Eres mi hermano, mi familia. Pero no encuentro la forma… ——Edward, por favor se comprensible—. Me pedía Alice.
—Alice, no. No esta vez— Dijo seriamente Jasper.—Tan solo dejame explicarl…— Trato de decir Alice, pero Jasper levantó su mano, haciendo un gesto para que no continuara.—¡No Alice!. Esto lo enfrentaré solo. Haré lo que sea necesario— Agregó bajando la mirada.—Estoy segura que lo harás—. Dijo tomando su mano. —Haremos lo que sea necesario—Ver aquello, esa complicidad. Esa entrega del uno por el otro, terminó con todo tipo de esperanza.Me había engañado, solo como un tonto lo hace. Había despertado de golpe para comprender que nunca, nunca podría compartir mi vida con Bella. Ella no era mi compañera, no era mi igual. Nunca lo sería.¿Sin embargo por que me fue permitido este efímero sueño? ¿Porque me permiten ver el paraíso si me cierran las puertas en la nariz?Dios si debía existir y me estaba castigando por ser un verdugo, por ser un asesino.Sacudí los pensamientos de mi mente, ahora lo único que debía preocuparme era sacar de ahí a Bella.—Este no es el momento—. Les dije secamente. —Debo llevar a Bella a su casa—.Preste atención a la voz mental de mi padre. Al parecer estaba terminando.Sin decir nada mas, di media vuelta rumbo a la cocina.Traté de desprenderme, de dejar fuera mi dolor. Ya tendía tiempo mas tarde.—Yo lo haré —Le dije a mi padre que se ofrecía en ese mismo momento para llevarla a su casa.Su aroma aun estaba presente en la cocina, podía distinguir el aroma al alcohol que seguramente había utilizado mi padre. Pero en el fondo aun podía encontrar su esencia.Posiblemente se debía a que su blusa estaba empapada de ella, o quizás el aroma llegaba desde la sala, donde se había caído. Definitivamente debía sacarla de casa lo antes posible.—Carlisle me puede llevar ——Estoy bien, pero debes cambiar tu ropa. Seguramente Charlie intentaría matarme si te viera llegar en esas pintas—Salí rápidamente en busca de Alice, no tendría objeción en prestarle algo de ropa.Mis hermanos y mi madre se encontraban aun reunidos en el Jardín. —Es mejor que aun no entre—. Les dije a todos, refiriéndome a Jasper. —Su sangre es demasiado fuerte——Sera mejor que entre— Dijo mi madre.—Alice, Bella necesita tu ayuda. ¿Podrías? — Le dije sin mirar a Jasper.—Si, seguro— Contesto.Pero dudó un momento. No quería dejar a Jasper.—Estoy bien—. Dijo molesto Jasper.—Si no se preocupen nosotros estaremos aquí—. Nos dijo Emmett.Pero la voz de Rosalie revoloteaba en mi mente.“Supongo que ahora estarás convencido de que todo esto es una locura”Me decía mientras ingresábamos por la puerta trasera de la cocina.“Por que no me escuchaste. ¿Que pretendías que pasara?. Te das cuenta de lo terrible que hubiera sido si Jasper hubiera logrado atraparla.¿Que habría pasado con nuestra familia?. Entiendes ahora a lo que me refería.”Agradecí que Bella y mi padre ya no estuvieran en la cocina. No hacía falta que Rosalie dijera lo evidente. Yo era mas que consiente de todo aquello.Había creído en un sueño, había sido un hermoso y único sueño. Pero ahora debía despertar.Debía despertar para no soñar nunca más.—Edward, tenemos que hablar— Me dijo mi padre.— Mañana Carlisle, por favor, mañana— Le rogué a mi padre.—Esta bien Edward, has lo que tengas que hacer—
—O—
Me había pedido que le dijera algo. ¿Pero que quería que dijera?No podía, nuestros caminos ya estaban marcados.—Dime que me perdonas— Agregó tontamente.Como podía creer que aquello fuera su culpa? Sus palabras terminaron rompiendo mi tan frágil autocontrol.Ella creía que con un poco mas de cuidado se habría podido evitar todo.Pero solo se había cortado con un papel. ¿Pensándolo mejor, cuales eran las probabilidades de eso? ¿Y en una casa llena de vampiros? La teoría de que ella fuera un imán para los peligros era demasiado fuerte. ¿O el imán era yo?Veamos, cada vez que ella había estado en peligro había sido por mi causa, yo estaba a menos de unos pocos metros la primera vez, luego me encontraba a su lado cuando conocimos a James, si no hubiera sido por mi reacción…Esta vez, si no la hubiera forzado a ir a casa. Ella no quería, pero yo la había llevado aun en contra de su voluntad y aquí tenia los resultados.Ella no era la causante de los “accidentes”Yo, yo, yo. Yo era el único culpable de poner una y otra vez la vida de Bella en peligro.Y ella ahora me pedía perdón. ¿¡Perdonarla por que!? Y creía que la culpa era suya.—¿Culpa tuya? — Le dije ahora muy molesto. —¿Qué hubiera sido lo peor que te hubiera podido pasar de haberte cortado en la casa de Mike Newton, con tus amigas humanas, Angela y Jessica? Si hubieras tropezado y te hubieras caído sobre una pila de platos de cristal sin que nadie te hubiera empujado, ¿qué es lo peor que te hubiera podido pasar? ¿Manchar de sangre los asientos del coche mientras te llevaban a urgencias? Mike Newton te hubiera tomado la mano mientras te corrían sin tener que combatir contra el ansia de matarte todo el tiempo que hubieras permanecido allí. No intentes culparte por nada de esto, Bella. Sólo conseguirás que todavía me sienta más disgustado.—¿Cómo es que ha entrado Mike Newton en esta conversación? — Preguntó.—Mike Newton ha aparecido en esta conversación porque, maldita sea Bella, él te hubiera convenido mucho más que yo — Le dije molesto con migo mismo.Claro que según ella, prefería morir antes de estar con el, o con cualquier otro.Aun sabiendo que era cierto, le pedí que no fuera melodramática. Tratando de que mis palabras sonaran duras y secas.—¿Te quedarás esta noche? — Me pregunto cuando apague el motor. Yo sentía que debía ir a casa. Pero creo que no hubiera servido de mucho. La esperé en su cuarto, claro no sin antes rependerla por su tonto comportamiento con respecto a su cumpleaños.Había aceptado después de todo, de buena manera los regalos que le había regalado mi familia.Aun no habría el mio y estaba un tanto impaciente.Jugaba con la caja cuando ingresó a su dormitorio.—Hola — Mis palabras salieron mas tristes de lo que me hubieran gustado.El rostro de Bella resplandeció ante mis ojos. Caminó hacia su cama y quitándome el regalo de mis manos, se sentó en mi regazo.Hola, me dijo apretándose contra mi pecho. Su calor… Podía sentir como literalmente derretía mi alma. Rodee su cuerpo con mis brazos.Quería abrir sus regalos. Empezamos con el de mis padre y se mostró muy entusiasmada al ver los boletos de avión.Luego fue el turno de mi presente. Había cumplido mi promesa, no me gasté un solo centavo en el .No era nada, solo una tontería. Consistía en un CD, pero no era cualquier CD. Había grabado una recopilación con mis piezas favoritas. Su Nana, La Favorita de Esme, entre otras.Sus ojos brillaron de la emoción mientras sonaba en su equipo el disco.Por un momento pensé que su reacción se debía solo al dolor de su brazo, pero me aseguró que se encontraba bien.—No, no es mi brazo. Es precioso, Edward. No me podías haber regalado nada que me gustara más. No puedo creerlo—En silencio terminamos de escuchar su canción. Pero me sentía preocupado.Mintió al preguntarle nuevamente por su brazo y aunque protestó un poco le di un Tylenol.Me senté junto a ella mientras la música seguía sonando.Consideré que ya era tarde. Con uno de mis brazos tome su delicado cuerpo, levantandolo sobre la cama, por un minuto me permití disfrutar su proximidad.Con mi mano libre, en un fluido movimiento tire de las ropas de cama, abriéndola para poder recostarla.La arrope como se hace, como suelen hacer los humanos con los recién nacidos.Si permitía que su vida siguiera el curso normal de la vida humana quizás en unos años ella también arroparía a sus hijos, sería madre, tendría familia… tendría una vida.Me recosté junto a ella, teniendo cuidado de que mi cuerpo no tocara el suyo. Bella apoyó su cabeza en mi hombro y dejó escapar un suspiro. Seguramente tenía mucho dolor, pero estaba seguro que no me lo diría.—Gracias otra vez — Dijo en un susurro humano.Para mi no era una molestia, era un verdadero placer. Un placer que ya no podría disfrutar, un placer que nunca dejaría de recordar.Me golpee mentalmente, no era la hora adecuada, aun no. Solo un poco más, solo un poco…La amaba, la amaba con toda la capacidad que me brinda mi condición inmortal. La amaría por siempre, para siempre. Y cuando mi existencia terminara, seguramente también la amaría. Fuera lo que fuera lo que existiera para los de nuestra especie, cuando estuviera ahí también la amaría. Quizás el infierno no sería tan malo, no después de soportar toda una existencia sin ella, aunque pensándolo bien eso sería mi “vida” sin ella. Tendría que aprender a vivir en el infierno.—¿En qué estás pensando? — Me preguntó de pronto Bella.No quería mentir, no ahora. —Estaba pensando en el bien y el mal— Aquello era lo mas sincero que me permitía ser. Su corazón de detuvo y esperé su reacción…—¿Te acuerdas de cuando decidí que no quería que ignoraras mi cumpleaños? — Pregunto solo un segundo después, en su voz no había ningún signo de histeria ni nada parecido. Era como si yo no hubiera dicho o como si no me hubiera escuchado.—Siii. — Dije esperando ver a que se debían tantas tretas. Era tan graciosa cuando trataba de engañarme.Justamente como había pensado ella quería, ya que era su cumpleaños, que la besara nuevamente, añadiendo que no era una obligación, que no debía hacer nada que yo no quisiera.Como si yo no quisiera siempre, por siempre besarla.—Que el cielo me impida hacer aquello que no quiera — Le dije tratando de contener la repentina desesperación que inundó mi corazón.Tome su barbilla, alzandola levemente. Vi mi rostro reflejado en sus ojos, en ese momento habría llorado si hubiera podido. Contuve mi aliento y me acerque lentamente a ella. Me miraba con amor, con devoción y pasión contenida.Cuando mi nariz roso su rostro cerro sus ojos, aquella repentina privación arrancó de mi cuerpo un escalofrío.La bese con mis ojos abiertos memorizando cada linea, cada detalle de su rostro. La bese abrazando con mis labios su boca y con mi brazos su cuerpo.Este sería el último beso que me permitía darle. Después de esta noche debería dejarla. Ya nunca mas sería mi Bella, debía permitirle ser de otro, de alguien como ella. Alguien que no dudara en abrazarla por temor a romperla, alguien que pudiera entregarse como ella merecía.Con aquel dolor en el cuerpo y el alma la bese. Mi lengua acarició sus labios, lamiéndolos delicadamente, pero atrayendo firmemente su cuerpo contra el mio.La ropas de cama como las que llevábamos puestas, no eran suficientes para separar su calor de mi cuerpo. Aun así podía sentirlo. Era una sensación tan agradable y familiar. Por un momento imaginé su cuerpo desnudo contra el mio ¿ Como se sentiría? Seguramente exquisito, calentando cada parte de mi ser. La pasión con la que me besaba Bella no hacia las cosas mas fáciles para mi, se apretaba mas y mas contra mi cuerpo. Por un momento sentí que el aire me faltaba, como si lo necesitara realmente.Pero no podía parar, deseaba recordarla. Quizás, solo quizás, si tenía un pequeño recuerdo de ella, solo quizás podría soportar mejor la eternidad.Mis manos anhelaban recorrer su cuerpo, mi boca quería recorrer su cuello y mis dientes querían perforar su carne.De golpe me separé de ella, haciéndola hacia atras en un seco pero delicado movimiento.Que estúpido había sido, Bella nunca había sido mía, ella nunca lo sería.Apreté los dientes, me faltaba el aliento. Pude sentir como rápidamente se enfriaba mi cuerpo sin su contacto.—Lo… siento — Logre decir entre jadeos. —Esto… es pasarse de la raya——A mí no me importa en absoluto — Dijo en las mismas condiciones.Bien sabía, que ella también me deseaba y eso no hacia mas llevaderas las cosas.Sugerí que sería mejor que intentara dormir, pero Bella quería que la besara nuevamente, subestimaba mi autocontrol.—¿Qué te tienta más, mi sangre o mi cuerpo? — Dijo desafiante. Pero eso era muy fácil, simplemente había un empate, ambas cosas eran tan deseables para mi y a la vez inalcanzables.Tanto que dolía. Dolía tenerla y sería aun mas doloroso no hacerlo.No tardó demasiado en caer dormida. Seguramente por motivo del fármaco.Estaba acurrucada contra mi cuerpo.Acaricié su cabello, inclinando mi cabeza para oler su cabello.Trataba por todos los medios de encontrar alguna salida que no me obligara a dejarla.Pero no encontraba nada, nada que me indicara que hacer.Sabía perfectamente que era lo correcto, lo que debía hacer. ¿Pero que haría Bella?Seguramente no me dejaría, ella sabía perfectamente lo que sentía por ella. Sabía que era el sol de mis días y de mis noches.¿Porque yo no tenía derecho a la felicidad? ¿Porque el destino se ensañaba contra nosotros? ¿A quien heríamos, porque la felicidad no nos estaba permitida?¿Porque no estaba permitida “Mi” felicidad?Me incorporé en un delicado movimiento. Arrodillado junto a su cama la contemple una vez mas dormir. Era fascinante y tan completamente relajante que por un breve momento deje de lado mis pensamientos.Podía ver que estaba soñando, seguramente era un sueño feliz ya que se dibujaba levemente una sonrisa en sus labios. Quise acariciarlos, hasta estire mis dedos hacia ellos, pero me obligue a no hacerlo. El gélido contacto de mi dedos termirarían despertándola.Caminé por su cuarto, caminé de lado a lado. Pero no podía pensar fríamente con ella a menos de un metro. Sin darme vuelta salte con decisión por su ventanaEra una noche oscura, sin luna. Ya no llovía pero la niebla era muy espesa. Caminé por el sendero que se encuentra en el bosque, detrás de la casa de Bella. Recordé el día que la espié desde la cima de un árbol, hace tantos meses ya, pero que parecían solo días.Recorrí el mismo camino que en esos días recorría ella. En el mismo arbol caído me senté a pensar en el futuro, en las consecuencias que traería si me quedaba junto a ella. Lo peor fue descubrir que ese futuro no existiría.Mi familia también me preocupaba, pero Bella estaba atada a ella tanto como a mi mismo.Si quería marcharme no podría permitir ningún tipo de contacto con ellos, solo le daría falsas esperanzas de mi regreso y yo no regresaría.Además siempre estaría el peligro del descontrol de Jasper o del Enojo de Rosalie. De ellos podría esperar cualquier cosa.